El probable paso a país emergente empieza a modificar el mercado bursátil

El eventual cambio en la calificación del país de fronterizo a emergente ya empieza a modificar el mercado bursátil. El Gobierno nacional se apuró a  emitir un bono a 100 años en dólares en el mercado internacional, lo cual se convierte en el título público más largo de la historia del país.

En América latina el único antecedente es México, con un bono a 100 años emitido en dólares, euros y libras esterlinas.

Para los expertos y analistas del mercado, este paso podría generar un ´atractivo en los bonos´, que presentan mayores retornos ajustados por riesgo. Plantean además utilizar las posiciones en Argentina para compensar una baja porción de acciones dentro de los portafolios de oportunidades de inversión.

Desde la operadora Puente se mostraron cautelosos frente a la emisión y sugirieron elegir “acciones de compañías de valor que tengan sólidos fundamentos financieros, brinden dividendos estables y elevados, y ofrezcan valuaciones más atractivas que el promedio”.

 Los inversores, a la hora de definir el destino de sus recursos, podrían perfectamente buscar “un portafolio compuesto por activos argentinos, ya que el nivel de tipo de cambio es uno de los determinantes a la hora de elegir el posicionamiento”.

 La sugerencia es más o menos directa: “tras el ajuste del peso en el último mes, los retornos esperados para las posiciones en moneda local se han vuelto más atractivos, llevando a aumentar la exposición a estos títulos, aunque en forma limitada, teniendo en cuenta que los riesgos cambiarios persisten”.

 “Entre los distintos instrumentos en pesos, los bonos ajustados por CER y las Lebacs de corto plazo, se posicionan como las opciones más atractivas, ante la expectativa de que las tasas reales se mantengan en niveles elevados por la persistencia de la inflación, bajando gradualmente con el correr de los meses”.

 Los inversores externos continúan interesados en posicionarse en activos en pesos, aunque los especialistas señalan que “estaban esperando a hacerlo a un tipo de cambio más depreciado. En ese contexto, los agentes estaban esperando una corrección del tipo de cambio hacia fines de julio, cuando se esperaba que, ya sin los agro-dólares, los flujos en el mercado de cambios tendieran a equilibrarse”.

 Según la opinión de Puente, la crisis brasilera impactó en el valor del dólar, que superó los $16 por cada unidad, arrastrado por la depreciación del real brasilero. “Por ello, creemos que la corrección anticipada del tipo de cambio abrió una ventana de oportunidad para reposicionarse en activos en pesos, en especial en activos atados a la inflación”.