Guzmán tiene la única voz en materia cambiaria. Saldada la disputa con Pesce

Guzmán tiene la única voz en materia cambiaria. Saldada la disputa con Pesce

El Presidente definió que el ministro Guzmán tenga la única voz en materia cambiaria, saldando una disputa con el titular del Banco Central. El viernes, el blue llegó al récord de $ 178, con una brecha inédita con la cotización oficial 

Mínima suba de tasas, fuerte restricción a importaciones, posible activación de una parte del swap de monedas con China y más flexibilidad en el contado con liqui.


El viernes el blue llegó al récord de $ 178, en lo que fue una escalada de desconfianza, con una brecha inédita respecto al dólar oficial: 120%. El Presidente definió que el ministro de Economía tenga la única voz en esta materia, saldando una disputa con el titular del Banco Central. A partir de hoy se verá el impacto de una leve suba de la tasa de interés, de 33% a 34%, aunque habría nuevos retoques; una mayor flexibilidad en las operaciones del dólar contado con liquidación para descomprimir, y a su vez, mayores restricciones en importaciones. Liberarían una parte del swap de monedas con China.

Esta semana la nueva ola de ajustes al cepo será puesta a prueba de lleno. Pero las medidas cambiarias se vienen sucediendo y poco cambia. Los analistas hablan de tibieza y reacción tardía, mientras el blue se escapa a $ 178 en una escalada de desconfianza. Sin una reacción oficial de impacto para enfriar la brecha, el dólar a $ 178 puede moverse más, dicen.

Las medidas a las que echó o echará mano el Gobierno esta semana son un ministro como Martín Guzmán al frente de todo, suba de la tasa, cambios en el dólar contado con liquidación para una mayor flexibilidad, un verdadero freno a las importaciones y activar parte del swapp con China.

Martín Guzmán ratificó que habría “un cambio de dirección en el control del dólar contado con liquidación”

Un Martín Guzmán que se mostró al frente de la cuestión cambiaria no sólo ratificó la intención de no devaluar sino que ya deslizó, en principio, que habría “un cambio de dirección en el control del dólar contado con liquidación”. “Vamos a ir moviéndonos en la dirección de ir facilitando esas operatorias”, adelantó el ministro de Economía en relación a este mecanismo que permite girar dólares al exterior vía la Bolsa ($ 165).

El cúmulo de restricciones despojaron de liquidez a este canal, poniendo presión sobre el precio. Se estima que habría el equivalente a unos US$ 7.000 millones esperando para salir como consecuencia de las últimas trabas, sobre todo para no residentes.

La brecha entre el contado con liquidación y el dólar oficial aumentó en casi 45 puntos en los últimos 20 días (de 75% a 120%). “En el pasado, subas de 45 puntos en la brecha gatillaron devaluaciones (en enero de 2014, por caso)”, recuerda Fernando

Marull, de FMyA, quien como otros analistas espera que el Central use la artillería pesada en lugar de insistir “con subas marginales en la tasa de interés, algunas ventas de bonos para bajar la brecha y endurecer más el cepo”. Más allá de las reservas que languidecen, hay poder de fuego disponible. Es cierto que las reservas brutas suman US$ 40.800 millones pero las “líquidas” (dólares constantes y sonantes) suman US$ 1.100 millones, cuando a comienzos de año superaban las US$ 9.000 millones. “Pero la entidad también podría activar parte del swap con China (de casi US$ 19.000 millones) -explica Marull- que tiene un costo de 7% anual, o vender parte de la tenencia de bonos (US$ 6.000 millones a 15% anual)”.

En la misma línea, Nery Persichini, Head of Strategy de GMA Capital, apunta:

“Las expectativas de devaluación parecen inmunes a toda medida. Tanto es así que la suba de tasas generó un impacto prácticamente nulo y el endurecimiento del cepo apenas logró contener la sangría de reservas. De hecho, el BCRA ya se desprendió de casi US$ 1.000 millones desde el 15 de septiembre”.

Se refiere a la fecha en que se anunció, entre otras cosas, las nuevas limitaciones para los US$ 200 y se buscó atraer agrodólares. En esta ocasión, en cambio, se volvió a poner el foco en la demanda, endureciendo el acceso a divisas de los importadores.

Persichini pone de ejemplo la mejora “homeopática” de las tasas que no sólo no alcanza para cubrir la incertidumbre cambiaria, sino que tampoco es suficiente para equiparar con la inflación, que alcanzaría 4% mensual hacia diciembre (la tasa mínima pasó de 33% a 34% a 30 días para depósitos menores a $ 1 millón).

¿Pero qué significa esta brecha instalada ya cómodamente arriba de 100%?

Jorge Vasconcelos, desde el IERAL, explica que “es el síntoma más evidente de los desequilibrios macroeconómicos que habrán de empujar con más fuerza a la inflación.

Desde diciembre, el Banco Central emitió $ 1,9 billones para financiar al Tesoro, a un ritmo anualizado equivalente a 9,5 puntos del PIB y, para moderar el impacto inflacionario, absorbió una fracción significativa a través de pases y Leliq. Así, sus pasivos que devengan interés se incrementaron al ritmo anualizado de 5,3 % del PIB”, detalla.

Fuente: Clarín