El oficialismo y la oposición se preparan para una fuerte disputa política por el pedido de juicio a la Corte

El oficialismo y la oposición se preparan para una fuerte disputa política por el pedido de juicio a la Corte

El bloque de diputados oficialistas espera que entre este martes y mañana Alberto Fernández firme el decreto de convocatoria a sesiones ordinarias. El punto de máxima tensión, como se sabe, es el impulso al juicio político a la Corte Suprema y el Frente de Todos se apura a cerrar filas para esa batalla. Lo mismo ocurre en vereda opositorta. La mesa nacional de Juntos por el Cambio define la posición frente a esa jugada y todo indica que dará pelea desde el primer día en la Cámara baja.

Fuentes del oficialismo afirman que está cerrado el frente interno y que los tres diputados que responden a Sergio Massa se mantendrán alineados a la hora de votar en la Comisión de Juicio Político. En ese cuerpo, el FdeT cuenta con 16 integrantes y la oposición, uno menos: 14 de JxC y uno del Interbloque federal, que ya se pronunció en contra del juicio.

El ministro de Economía busca mantenerse alejado de la movida impulsada por el Ejecutivo en sintonía con el kirchnerismo. Necesita un mejor clima para motorizar proyectos propios. Pero el FdeT necesita sus votos en comisión para poner en marcha el procedimiento legislativo, que hasta ahora logró el respaldo limitado de gobernadores peronistas.

Los legisladores de JxC incluyen ese foco de la interna oficialista para definir su estrategia. Hubo reuniones entre los jefes de las bancadas que componen el interbloque (PRO, UCR y CC) y se afirmó la idea de dar pelea en cada instancia. Perdió fuerza así la hipótesis de no asistir a las reuniones de comisión para debilitar el trámite legislativo.

Fuentes del oficialismo y la oposición coinciden en un punto: la gran vidriera será la Comisión de Juicio Político, porque resulta casi imposible que avance en el recinto, donde son necesarios dos tercios de los votos de los diputados presentes.

El tema sería analizado este martes en una reunión virtual por los máximos dirigentes de la coalición opositora. La señal mayoritaria en el interbloque sería dar debate para “no regarle la cancha” al oficialismo. Y hasta se baraja la posibilidad de colocar sobre la mesa los pedidos de juicio al Presidente y a Cristina Fernández de Kirchner.

El clima de disputa política se extendió incluso a la reacción local frente al intento de golpe de Estado en Brasil. Hubo condena generalizada y respaldo muy amplio a Lula de Silva, pero aparecieron cruces fuertes entre los distintos espacios.

Desde JxC le habían recordado al kirchnerismo el ataque al Congreso en 2017, cuando se debatía una nueva reforma previsional, y también la ofensiva actual sobre la Corte. Y desde el Gobierno, el ministro Santiago Cafiero y la portavoz Gabriela Cerruti dispararon sobre el macrismo, al que calificaron como parte de una “derecha antidemocrática”.