El oficialismo prepara un acto original por el 17 de Octubre, con mensaje interno y externo

El oficialismo prepara un acto original por el 17 de Octubre, con mensaje interno y externo

La celebración del 17 de Octubre se ha transformado en un tema central para el oficialismo, con el agregado del desafío organizativo que no es sólo técnico sino además político. Alberto Fernández aceptó encabezar el acto del sábado próximo con dos condiciones: que sea fundamentalmente «virtual» y que no sea presentado como una movida para su afirmación de poder frente a Cristina Fernández de Kirchner.

La interna tiene un peso significativo en varias direcciones. En primer lugar, porque arrancó con protagonismo central de Héctor Daer y de la conducción de la CGT, dominada por los sectores conocidos como gordos e independientes, entre ellos comercio, sanidad, gastronómicos, construcción, aguas y estatales de UPCN.

Algunos de los referentes de esa franja lo imaginaron de entrada como una movida virtual, con eje en la central sindical, y con el objetivo de «rescatar» al Presidente de un cuadro general complejo, con cuarentena, crisis económica y social, y una interna tensionada por el peso de Cristina Fernández de Kirchner.

El Presidente se encargó de responder después públicamente a ese último punto de una agenda no escrita. Dijo que de ningún modo iba a avalar un acto cuyo sentido fuera de quiebre con la ex presidente. Y al mismo tiempo, abrió conversaciones con Hugo Moyano para evitar que la celebración del 17 de Octubre fuera interpretada como el respaldo exclusivo a un sector sindical.

Moyano, un conjunto de gremios «duros» -entre ellos bancarios y varias organizaciones de la aviación- y algunos otros que juegan más sueltos, como el SMATA, están enfrentados a la conducción de la CGT. La cuarentena frenó la disputa por la renovación de la mesa directiva de la central sindical, pero no cerró la disputa.

El moyanismo transmitió al Presidente su intención de movilizarse con camiones y micros en respaldo del Gobierno y en respuesta, de hecho, a los banderazos. Alberto Fernández les dijo que no está de acuerdo con la movilización, aunque habría dejado la puerta para que el jefe del sindicato camionero haga su propia demostración.

El Gobierno encuentra un límite en su propio discurso en contra de los banderazos, porque además de rechazar las críticas sostiene que pueden producir un aumento de los casos de contagios. Ahora, tal vez haya una demostración mixta, virtual y presencial.