Cambiemos no consigue los votos para echar al diputado De Vido

(La Nación) – El oficialismo no logra conseguir los votos para echar a Julio De Vido de la Cámara de Diputados, aunque aniticipó que avanzarán con la sesión especial prevista para el próximo martes.

Para ejecutar la estrategia, que terminará de definirse tras la reunión de comisión, el interbloque que preside Mario Negri prevé apelar a un recurso extremo: intentará bloquear las abstenciones, para obligar a los diputados a manifestarse a favor o en contra del dictamen que propondrá la expulsión de De Vido . El oficialismo apuesta a que cada bancada decida de qué lado de la «frontera moral» quiere ubicarse.
La idea, pensada para acorralar a los bloques de izquierda y a otros que pudieran sumárseles, se apoya en el artículo 197 del reglamento, que indica «ningún diputado podrá dejar de votar sin permiso de la Cámara».
Es habitual que las abstenciones se autorizan a mano alzada, sin debate ni resistencias. Un intento para prohibirlas elevará al máximo la temperatura de la discusión. En el bloque de Pro, que preside Nicolás Massot , argumentan que no deben permitirse las abstenciones que modifican el resultado. Como se requiere de una mayoría de dos tercios de los presentes, la abstención cuenta como un voto en contra.

La oposición ya ensaya argumentos para el rechazo. «Cuando teníamos mayoría nunca prohibimos las abstenciones, no existen antecedentes», anticipó su postura Teresa García, secretaria parlamentaria del Frente para la Victoria (FPV). Desde el Frente de Izquierda (FIT) también advirtieron que darán la discusión. «Vamos a defender nuestro derecho a expresarnos con libertad», dijo Juan Carlos Giordano (Izquierda Socialista).
Con 4 diputados, el FIT es el único espacio que anticipó en público una posible abstención. Pero en una posición similar se encuentran Alcira Argumedo (Proyecto Sur) y los tres diputados de Compromiso Federal, el bloque que responde al gobernador Alberto Rodriguez Saa , flamante aliado electoral de Cristina Kirchner.
Sumados a los votos negativos del FPV y de sus aliados, del Movimiento Evita y del Frente Cívico por Santiago, se supera el tercio de Diputados, lo que equivale a decir que el oficialismo no alcanza la mayoría de dos tercios.
Es difícil, de todos modos, que el plan para prohibir las abstenciones se concrete: el Frente Renovador, la otra fuerza que promueve la expulsión de De Vido, no está dispuesto a apoyarlo, según anticiparon en la bancada que preside Graciela Caamaño.
«No se puede violentar la voluntad de un legislador», argumentaron. Además, el operativo presión tampoco serviría para inclinar la balanza. Pese a que reclama el desafuero de De Vido, el FIT no votará la expulsión. «Rechazamos la remoción por ‘inhabilidad moral’. Es un antecedente sumamente reaccionario», sostuvo Soledad Sosa (Partido Obrero).
En el oficialismo aclaran que si bien se pretende aplicar el artículo 66 de la Constitución, no se hará referencia a la inhabilidad moral, sino que se invocará la facultad discrecional que, a juicio del oficialismo, el último tramo de ese artículo otorga a las dos cámaras del Congreso para excluir a uno de sus miembros.
Un equipo de trabajo de Cambiemos, que lidera Silvia Lospennato, encontró un antecedente de 1925, durante el gobierno de Marcelo T. de Alvear, en el que se expulsó a los diputados por Mendoza Luis Olmedo Cortez y José Núñez, a partir de una simple imputación en la justicia provincial, sin que pesara sobre ellos una condena.
Para dar la discusión, la vicepresidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales, la kirchnerista  Diana Conti, presentará el martes una advertencia acerca de las sanciones que podría recibir la Argentina por violaciones a tratados de derechos humanos en caso de que avance la expulsión.
El argumento más fuerte es que el artículo 23 de la Convención Americana de Derechos Humanos indica que el acceso a la función pública puede limitarse sólo ante una condena, situación que no alcanza a De Vido, procesado en 5 causas pero aún no condenado.
Lo interesante será cuando se invoque el antecedente del rechazo del diploma del represor Luis Patti, decidida por Diputados en 2006, cuando todavía no pesaban condenas en su contra. La decisión fue impugnada más tarde por la Corte. En ese debate, las posiciones eran justo las contrarias a las de hoy. El kirchnerismo se basó en las graves imputaciones sobre violaciones a los derechos humanos que existían contra Patti.
El Pro (entonces llamado Propuesta Republicana) argumentó, por medio de Poblo Tonelli , que debía primar la presunción de inocencia dado que no había condena judicial. Votaron en contra del rechazo del diploma de Patti el propio Tonelli, los actuales funcionarios Oscar Aguad y Federico Pinedo, el candidato de Cambiemos en provincia de Buenos Aires Esteban Bullrich, y el hoy presidente Macri.