El oficialismo confirma que llamará a sesiones extraordinarias en el Congreso en febrero

Así lo aseguró el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo.
La concreción de los deseos de algunos dirigentes peronistas para que el Gobierno nacional suspenda las sesiones extraordinarias de febrero quedará sujeta a lo que el presidente Mauricio Macri resuelva al regreso de sus vacaciones en Villa La Angostura, previsto para este fin de semana. Como un adelanto de lo que se planteará en la mesa de coordinación parlamentaria de la alianza Cambiemos, el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, aseguró ayer que «no se suspenden las extraordinarias» que el Poder Ejecutivo nacional tiene previsto convocar para el mes próximo.
La única decisión que está tomada hasta el momento en la Casa Rosada es que el debate de la reforma laboral pasará a marzo. Durante febrero Pinedo, al igual que el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, y los ministros Rogelio Frigerio, de Interior; y Jorge Triaca, de Trabajo, se encargarán de llevar adelante las negociaciones y generar los consensos necesarios con la CGT, el PJ, los gobernadores y los distintos bloques opositores vinculados al peronismo para asegurarse la aprobación de la iniciativa oficial. Sin embargo, el titular del bloque de senadores Justicialista, Miguel Ángel Pichetto, busca que el oficialismo suspenda también las sesiones extraordinarias por considerar que no están dadas las condiciones para discutir la reforma laboral en el Congreso.
Ante algunas versiones periodísticas referidas a que el Gobierno nacional suspendería el llamado a sesiones extraordinarias, Pinedo negó esa posibilidad, algo que también descartaron en Balcarce 50. Aunque fuentes del ministerio del Interior aseguraron que será necesario esperar a que Macri retome su actividad oficial y regrese de su descanso el jefe de Gabinete, Marcos Peña; la decisión final se tomará a comienzos de la semana próxima en la mesa de coordinación parlamentaria de Cambiemos, que integra Monzó y Pinedo. Dentro del Gabinete, Frigerio es uno de los funcionarios que más empuja para que se convoque a sesiones extraordinarias, al menos para tratar la reforma de la ley de defensa de la competencia, que cuenta con media sanción de Diputados, y la modificación del Ministerio Público Fiscal.
Lo cierto es que la reforma laboral era la principal razón del Ejecutivo nacional para convocar a sesiones extraordinarias en febrero, pero no la única. Otro de los proyectos que el oficialismo tiene como prioritarios es el de reforma electoral, que logró ser aprobado en la Cámara baja, sin embargo el debate se empantanó en el Senado. Uno de los cuestionamientos a la iniciativa oficial por parte de algunos mandatarios provinciales del PJ es la boleta única electrónica debido a que presentaría ciertas vulnerabilidades, algo que luego fue refrendado por un informe del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) que sostiene que «no es recomendable» que en el corto y mediano plazo se implemente un tipo de votación mediada por máquinas.
A diferencia de lo que sucede con la reforma laboral, en el gobierno consideran que con la electoral se podría revertir la negativa de la oposición a acompañar la iniciativa oficialista con tan sólo renunciar al voto electrónico. En su lugar, podrían proponer el uso de boleta única en papel. Otro de los puntos que genera desacuerdos son las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO). Si bien Macri quería eliminarlas, podría mantenerlas hasta los comicios presidenciales próximos.
FUENTE: BAE