El nuevo piso de la inflación augura un año complicado

El nuevo piso de la inflación augura un año complicado

El IPC de diciembre fue 5,1% y quedó apenas arriba del 4,9% de noviembre. El 2022 cerró en 94,8%. Se evitó cruzar la barrera de 100%. El año arranca con una inercia mensual de 5% y proyecciones de más de 90%. Massa apuesta llegar al otoño con un IPC mensual con el 3 adelante.

El índice de precios al consumidor aumentó 5,1% en diciembre y acumuló una suba de 94,8% durante todo 2022, informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

La inflación de diciembre estuvo por encima del 4,9% de noviembre y la de todo 2022 casi duplicó el 50,1% de 2021.

La división de mayor aumento en el mes fue restaurantes y hoteles (7,2%), seguida por bebidas alcohólicas y tabaco (7,1%). A su vez, en diciembre se destacó el incremento del servicio doméstico, que impactó en equipamiento y mantenimiento del hogar (5,9%); los combustibles, con incidencia en transporte (5,8%) y de la cuota de medicina prepaga, dentro de la división de salud (5,7%).

La suba de alimentos y bebidas no alcohólicas (4,7%) fue la que más incidió en la mayoría de las regiones. Se destacó el aumento de frutas; aguas minerales, bebidas gaseosas y jugos; pan y cereales y, en algunas de las regiones, verduras, tubérculos y legumbres.

A nivel de las categorías, el IPC Núcleo (5,3%) lideró el alza mensual, seguido por regulados (5,1%) -impactaron, entre otras, las subas de combustibles y de las cuotas de medicina prepaga- y estacionales (4,6%).

La portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, fue consultada ayer sobre el índice de inflación, específicamente en relación con la leve suba que la tasa mostró en diciembre con relación a noviembre.

La meta de Massa

«El ministro Sergio Massa se planteó como meta que la inflación no fuera, como pronosticaban algunas consultoras, de tres dígitos en el año, y se planteó una reducción de un dígito cada 75 días. Entendemos que ese objetivo se está cumpliendo», respondió.

Luego, desde Entre Ríos, Massa dijo: «La inflación no es ni más ni menos que la fiebre de una economía enferma. El desafío que tenemos todos, yo como principal responsable, pero todos los argentinos y argentinas es animarnos a bajar la fiebre y a enfrentar esa enfermedad en la que caemos reiteradamente.

Eso requiere orden fiscal, requiere disciplina, requiere trabajo en equipo, requiere ponerse objetivos y no cambiarlos frente a una adversidad y requiere además una mirada responsable de toda la dirigencia, política, empresaria, sindical, de todos. Sabiendo que el mes de diciembre muestra que hemos recorrido un camino a la baja pero que no alcanza, invitar a todos los argentinos y a argentinas a que ese camino que venimos recorriendo, que arrancó allá en el 7,4% lo podamos seguir transitando a la baja, no porque se trate de bajar un número sino porque se trata de mejorar la salud de nuestra economía».

La Capital Federal y el Gran Buenos Aires (GBA) fue el área con mayor aumento en el índice de precios, con el 5,3%, seguida por la región Pampeana, con 5,1%; Cuyo, 5%; Noreste 4,8%; Noroeste, con 4,7% y Patagonia con 4,5%.

En cuanto a la inflación anual de 94,8%, los productos estacionales presentaron un alza del 134,1%, los productos y servicios regulados 85,7% y la inflación núcleo, 90,6%.

Se destacó la suba del 120,8% en el rubro prendas de vestir y calzado; 108,8% en restaurantes y hoteles; 95% para alimentos y Bebidas no alcohólicas; 97,2% para equipamiento y mantenimiento del hogar; agua, electricidad, gas y otros combustibles subieron 80,4%; transporte 86,2% y comunicación 67,8%.

¿Cómo sigue?

«La inflación del 2022 superó en 25 puntos a la tasa de devaluación y en 9 puntos a la suba de los regulados, señal de las importantes presiones generadas por la emisión monetaria, en un año en el que el 85% de las necesidades de financiamiento del Tesoro en pesos se cubrieron con emisión y hubo un fuerte desanclaje de expectativas», aportaron desde Facimex Valores.

«Nuestro escenario para 2023 contempla que la emisión se va a mantener muy alta para cerrar el programa financiero, no habrá margen para un uso sostenido del ancla cambiaria y tarifaria, y la incertidumbre política y las dudas alrededor del roll over de la deuda en pesos dificultarán el anclaje de expectativas. Poniendo algunos números, proyectamos una inflación de 5,5% mensual para enero, con fuerte impacto de aumentos de regulados, y 95% para el año», detallaron.

Facimex: «Esperamos 5,5% en enero y 95% en 2023»

«Esperamos que los meses de verano continúen con la dinámica de diciembre: proyectamos un bimestre enero-febrero con una inflación que no supere el 5,5% mensual. De todos modos, cabe mencionar que la dinámica actual de los precios responde en parte al programa de Precios Justos, como también a la caída del precio de la carne debido a la sequía y la mayor oferta relativa de cabezas de ganado que tendrá un efecto acotado en el tiempo», dijeron en LCG.

A su vez, los múltiples aumentos pactados en productos regulados (combustibles 4%, prepagas 7%, telefonía 10%, gas 33%, colectivos 39%, por ejemplo) hacen que estabilidad en torno a 5% de nominalidad se perciba frágil, especialmente hacia el bimestre marzo-abril», ampliaron en un informe.

«Por último, si bien la reducción del 7% de inflación mensual al 5% puede ser visto como un éxito, el primero responde a un escenario de pánico en las expectativas y el segundo sigue siendo un piso elevado (80% anualizado). Sobre esto, el año impone todavía muchos desafíos: el manejo de la deuda en pesos y las necesidades de financiamiento del déficit fiscal pueden acarrear momentos de stress a lo largo del año reflejándose en una mayor brecha con incidencia en precios, e incluso la dinámica de atraso cambiario de este año podría tener que moderarse en la medida que el BCRA siga sin poder acumular divisas de manera genuina en el mercado de cambios.

Paritarias

A su vez habrá que ver la posibilidad del Gobierno de condicionar paritarias que contemplen expectativas de una inflación en descenso. Todos estos factores hacen pensar que el piso de inflación para 2023 estará bien cerca de los niveles de cierre de este año. Nuestra proyección es una inflación del 104% hacia fines de este año que comienza», señalaron.

Desde Aurum señalaron que la inflación de 5,1% en diciembre se transformó en el mes de diciembre de inflación más alta desde 1989. «Durante todo el año los datos de inflación mensuales fueron extremadamente altos y hubo que ir en casi todos los meses de este año hasta registros de 1990 (y ahora a 1989) para encontrar tasas mensuales más altas.Además la inflación núcleo que venía bajando volvió a subir y se consolida en los últimos 4 meses con un promedio mensual de 5,3%», detallaron.

En un informe, consideraron que la decisión del BCRA de no bajar las tasas, como se insinuó en algún momento que había intenciones de hacerlo, fue la adecuada.

«Si la inflación núcleo se mantiene persistentemente alta, inclusive se podría justificar una suba de tasas adicional, que es lo que debería acontecer si la núcleo sigue en torno al 5% mensual (casi 80% anualizada contra casi 91% que cerró en 2022) y si, además, el objetivo verdaderamente fuera que la inflación (al menos la núcleo) caiga al 60% anual como figura en el Presupuesto y como se sugiere cuando se pide que los acuerdos paritarios se ubiquen en 30% para el primer semestre. Es cierto que la suba de tasas complicaría el déficit del Tesoro y el cuasifiscal del BCRA, pero ese problema debería ser combatido con más ajuste fiscal y no con una prematura baja de tasas», agregaron en Aurum.

Por lo pronto, calcularon, la tasa real BADLAR bajó en diciembre (en la medición mensual) y sigue negativa en el promedio de los últimos 6 meses (BADLAR efectiva mensual ajustada por el IPC núcleo).

La tasa no se toca, por ahora

El Directorio del BCRA mantuvo sin cambios la tasa de política monetaria y seguirá actuando «con prudencia» ante la evolución de la tasa de inflación. Tal como explicitó ayer en un comunicado, «la autoridad monetaria considera que mantener inalterada la tasa de referencia contribuirá a la desaceleración gradual de la inflación en el mediano plazo, consolidando la estabilidad financiera y cambiaria». La calibración de las tasas de interés en terreno positivo en términos reales, argumentaron desde Reconquista 266, «garantiza la protección del ahorro en pesos y contribuye a mantener ancladas las expectativas cambiarias, favoreciendo el proceso de desinflación».

Fuente: El Economista