El ministro de Agricultura detalló el bono dollar-linked

El ministro de Agricultura detalló el bono dollar-linked

El ministro de Agricultura detalló el bono dollar-linked y pidió a los productores que puedan experimentar el instrumento. Criticó a la Mesa de Enlace por rechazar el paquete de medidas del Gobierno. «Si quieren que fracasemos, la verdad es una pena porque no fracasa un Gobierno sino fracasa un país», afirmó.

El ministro de Agricultura de la Nación, Luis Basterra, afirmó que el paquete de medidas anunciado por el Gobierno para el campo busca ofrecerle un instrumento al productor para que liquide el 50% de la cosecha de soja, que a tres meses de terminada la campaña se mantiene retenida en silobolsas. Pidió una oportunidad para valorar la iniciativa y criticó la posición “política” de la Mesa de Enlace: “¿Quieren que fracasemos?”.

En una entrevista exclusiva, Basterra dijo entender a los productores del campo que evitan vender su cosecha a la espera de una devaluación y garantizó que el bono dollar-linked servirá como reaseguro ante una devaluación. Sin embargo, aclaró: “Ojalá no ocurra por el bien de los argentinos, (porque) el dólar sube y aumenta la inflación”.

– ¿Las medidas tendrán un impacto positivo en el corto plazo para las reservas del país?

– Efectivamente es nuestra expectativa. Estamos utilizando instrumentos para promover un cambio de posición por parte del productor, que hoy retiene poco más del 50% de la cosecha de soja, habiendo terminado la campaña hace más de tres meses. Buscamos que el productor tienda a salir su posición en grano físico e ir hacia instrumentos que le garanticen el mismo concepto, que es sostenerse en moneda firme y extranjera para su mirada, que es en dólares. Por eso, por un lado, se está aplicando esta baja temporaria de retenciones; y por el otro, se está aplicando los bonos ligados al dólar, que permita progresivamente al productor para que vaya viendo, y que son más seguros que teniendo el físico.

¿Qué porcentaje de productores aceptará esta propuesta?

Para diciembre aspiramos que queden muy pocos granos en las silobolsas, que es un buen instrumento para que el productor tenga una capacidad equivalente al del acopiador para poder negociar su producto, retener bajo su estrategia comercial a la espera de eventuales situaciones del mercado, pero que tiene un riesgo físico natural porque el grano en esas condiciones va perdiendo valor. Creemos que hay instrumentos que habilitan a tomar posiciones en los cuales el riesgo se transfiere a quienes quieren asumirlo. Ese instrumento es el que se dispara el lunes con el dollar-linked, y lo que hace el productor es quedarse en moneda dura.

– ¿Es el camino que le aconsejan al productor?

– Podrían tener una estrategia, que algunos productores ya lo hacen, para determinados plazos tomando posiciones en el mercado a términos, ni siquiera con futuro, pero sí como acciones para garantizarse un piso de precios a determinada fecha, conjugando instrumentos que lo habilitan a no tener que sostener el físico y tomar una alternativa de planificar su venta en un determinado plazo. Se podría considerar la opción de que suba, pero no que baje con un PUT porque en la lógica del productor, piensa que es mejor el grano porque puede subir el dólar y además el mercado está alcista. Perfecto. Hace cuatro meses atrás nadie se imaginaba que la soja iba a estar en un mercado alcista, por lo cual existía el riesgo de que suba o de que baje. Ahora el productor se queda en el grano para quedarse en dólares, con una ligera expectativa de que siga subiendo. Pero qué pasa si baja, por más que esté en dólares, perderá con la caída. Por lo tanto, si se linkea con un instrumento que se queda en dólares, pero además toma un PUT, por caso, está teniendo una estrategia que hay que aprender a trabajarla.

– ¿Y cómo es ese mecanismo?

– El PUT es muy sencillo. Es tomar un seguro de precio a un determinado plazo por una prima. Es como cuando uno toma un seguro por granizo, lo toma y si granizó le pagan, si no granizó, no le pagan. En este caso, si baja el precio, le pagan; si no baja, no le pagan. Son instrumentos que uno aspira a que se utilicen para bajar los riesgos que corre un productor, que está sujeto a variables que no administra, como son el precio y el clima.

– ¿La segmentación busca desprimarizar la exportación argentina?

– Efectivamente. Yo miro el ejemplo de ACA (Asociación de Cooperativas Argentinas), AFA (Agricultores Federados Argentinos) y Fecofe (Federación de Cooperativas Federadas) que me enorgullece de las cooperativas lácteas porque son productores que avanzan en la cadena de agregación de valor. En el mundo la comoditización de los productos es un proceso sostenido. Las escalas van haciendo que los precios, circularmente, de la producción primaria vaya a la baja. Con lo cual, es una de las situaciones en las que se genera la salida del negocio de pequeños y medianos productores. Nosotros planteamos la integración en un instrumento para salvar eso porque el productor se apropia de la agregación de valor que se encuentra cadena arriba de la cadena hacia el consumo final. Así, los pequeños y medianos productores puedan capturar renta hacia arriba o disponer de insumos para otras actividades de agregación de valor en su propia chacra que les permita sostener rentabilidad. Es el caso de ACA BIO en Córdoba, que por un lado hace etanol y por el otro la burlanda, que ha permitido que cientos de asociados dispongan de alimentos para sus tambos y sostener otras actividades conexas a la actividad del maíz. Son instrumentos que contribuyen a sostener una ruralidad que tiene un sentido geopolítico y de equidad social muy importante.

– Entidades de la Mesa de Enlace salieron a cuestionar las medidas, ¿considera esas críticas a una cuestión técnica o a un posicionamiento político?

– La única verdad es la realidad. Y lo cierto es que nosotros venimos trabajando sostenidamente para que los productores agropecuarios puedan mejorar, crecer, tener nuevos negocios y pueda contribuir a su propia economía y a la de la Nación. La visión que sostiene, en general, la Mesa de Enlace tiene algunos puntos que son de difícil cumplimiento para cualquier gobierno. No lo pudo hacer un gobierno entreguista, como el de Mauricio Macri, que tuvo que volver a poner las retenciones, y el capítulo uno de la Mesa es llevar las retenciones a cero.

– ¿Es atendible una postura así?

– Está muy bien, nosotros no vamos a objetar la visión de un sector, pero entendemos que hay caminos en los cuales el impacto determina medidas que se pueden atemperar e ir progresando hacia sistemas para quitarle incertidumbre al productor. La primera decisión que tomó el presidente Alberto Fernández fue ponerle un tope a las retenciones por ley. Y esto lo hizo en diciembre del 2019 y es una medida que no le dan trascendencia, pero recordemos Alberto Fernández, por lo que fue la campaña electoral, tenía legitimidad para tomar la decisión quisiera. Los medios nos fustigaban que íbamos a subir a 25% las retenciones del maíz, al 20% las del trigo, al 35% e incluso hasta el 40% a la soja. Y mucha gente votó en contra de nuestro gobierno por ese temor, y otra a favor por ese mismo mensaje que se instaló. Y la verdad es que el Presidente tuvo una decisión muy firme y la convicción de ponerle un límite por valores equivalente a los de Macri. Primero los actualizamos y por decreto las sostuvimos; ni siquiera utilizamos los incrementos que nos habilitaban la ley, salvo en soja, que no tuvo un fin recaudatorio sino de distribución porque ese 3% que se incrementó entra al fisco, pero se los devuelve para que los pequeños y medianos productores tengan una posición más competitiva. Y ahora generamos temporariamente una disminución para generar que el productor comience a liquidar.

– ¿Y cómo cree que responderán los productores ante esas críticas de la Mesa de Enlace?

– No esperamos que el viernes que viene el 100% de la cosecha esté vendida, ni mucho menos. Sería ilusorio. Seguramente desde la política van a dar una discusión. Yo vengo de la faz técnica y de la política. En ambos espacios me siento cómodo debatiendo, pero lo importante que quisiera dar tiempo y analizar y acompañar las posiciones para ver las posibilidades de que funcionen ¿O quieren que fracasemos? Si quieren que fracasemos, la verdad es una pena porque no fracasa un Gobierno sino fracasa un país. Nosotros lo primero que queremos que le vaya bien, no que le vaya mal. Queremos que siga comprando tractores, cosechadoras, que siga cambiando la camioneta. Estamos viendo que se ha reactivado el mercado, hasta marzo la metalmecánica está prácticamente está trabajando a full en todos los rubros, con récord de venta en camionetas. Y está muy bien que le vaya bien al productor. Además, estamos viendo de avanzar con instrumentos, no quiero decir más modernos porque pareciera epíteto de que estuviera alcanzado el productor y eso no es cierto, sino que vaya tomando confianza en instrumentos que existen desde principio del siglo pasado.

– ¿Cómo es el escenario de comercialización?

– Hablábamos con la Bolsa de Cereales de Buenos Aires que en Argentina se comercializa el volumen equivalente al 40% de la producción de granos. En Estados Unidos da vuelta la misma producción entre 6 y 8 veces. El productor tiene que aprender a usar herramientas que atemperen el riesgo, que utilizan las grandes empresas y las ayuda a mejorar su perfil. Esto es lo que nosotros queremos darnos con estas medidas. Si logramos que el 50% de los productores utilicen, aunque sea un poquitito, este mecanismo para ir viendo, va a ser un logro. Un 80%, va a ser un éxito rotundo. Si lo hace un 20%, no va a ser un fracaso sino un aprendizaje porque hay que ir avanzando porque no son una timba sino instrumentos que son similares a los nuevos productos que llevan al campo para probar y resulta que le resolvió una enfermedad o una deficiencia de nutrientes, etcétera.

– ¿Pero el productor no está esperando una devaluación y que el dólar oficial sea de $130?

– Claro que sí y por eso no vende el grano, y está bien que si tiene esa expectativa no lo venda. Lo que le decimos es que si lo vende ahora y se pasa a un instrumento como es el dollar-linked es lo mismo. Porque si eventualmente, y ojalá no ocurra por el bien de los argentinos, el dólar sube y aumenta la inflación, y seguramente los economistas ortodoxos digan que no importa porque vamos a equilibrar la economía y que la gente se aguante la inflación como la aguantamos hace tan poco tiempo atrás. Nosotros creemos que ese productor que piensa eso y que está en su derecho y que además hay historias que avalan porque no puedo hacer abstracción de esa actitud. Lo que sí es que si el dólar sube a $130, su bono también habrá subido al mismo ritmo, con lo cual recibirá el mismo precio de sus granos, siendo que cuando el acopiador le compra no le entrega dólares sino lo hace convertido al precio de referencia. Tampoco que está comprando el dólar turista sino al tipo de cambio, y consecuentemente el precio que se le paga por sus granos es el valor internacional, menos los derechos de exportación convertido en esos dólares que teme que sube a $130. Por lo tanto, se queda con los granos, pero a partir del martes va a tener un instrumento en el cual puede tomar el bono y quedar calzado. Que no lo haga con todo sino con una parte para que empiece a experimentar y vera que es una oportunidad

– ¿La segmentación es clave es su política sectorial?

– Hemos tenido dentro de este paquete de medidas una de trascendencia muy alta: la segmentación. Hemos hecho una tarea en que hemos dividido la forma en que se compensa a los pequeños y medianos productores de forma progresiva para que el impacto de las retenciones sea menor en el segmento de pequeños productores, e incluso menor aún en la región extra pampeana. Esto se pierde en la discusión y es un concepto de equidad territorial y social aplicados en la práctica que definen la política de un gobierno de acompañar a todos los segmentos de acuerdo a la necesidad que tiene cada uno.

Fuente: BAE