El mercado después de la euforia

El mercado después de la euforia

En un día con claroscuros, el mercado argentino perdió por completo la euforia pos PASO que se vivió en la apertura del lunes, los dólares libres volvieron a subir, las acciones y los bonos perdieron precio y volumen de negocios y el riesgo país volvió a subir, pero como contrapartida hubo dos buenas señales: el Banco Central no perdió reservas y el Indec difundió el dato de inflación minorista de agosto, 2,5%, la menor variación mensual de los últimos trece meses.

El cambio de clima que sintieron los inversores, que pasaron de entrar con compras a manos llenas, con un volumen operado notable, a un monto de negocios mediocre ayer, estuvo ligado exclusivamente a la bajada de línea que llegó desde el presidente Alberto Fernández: “No habrá cambio de rumbo, les pido a todos que reflexionen, merecemos algo mejor”. Por lo que puede decirse que el rally por las paso duró tres horas. Y en paralelo se conocieron iniciativas para multiplicar la distribución de pesos de acá a noviembre, para ver si con ese impulso se logran conseguir más votos.

Las medidas en debate

Mientras fuentes vinculadas más al Frente de Todos que al propio Poder Ejecutivo lanzaban rumores de inminentes anuncios de la vuelta del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), con aumentos de salarios por decreto, sin importar qué está pasando con las empresas, sobre todo con las pymes, los inversores desensillaron y comenzaron a desprenderse otra vez de activos argentinos, tanto en el mercado local como en la Bolsa de Nueva York.

La movida llegó con otro dato que trae mucha preocupación, ya que la vacunación está avanzando, ya que Argentina tiene al 64% de su población vacunada con una dosis y al 42% con dos dosis, pero ayer aparecieron más casos de contagios y alguna muerte por la cepa Delta, y ayer hubo otros 176 muertos por Covid, por lo que el país ya tiene 113.816 fallecidos, por lo que acabamos de superar a Francia y estamos, entre 180 países, en el puesto número 11 entre los países con más muertos del mundo y en el puesto 9 en decesos sobre total de habitantes, lo cual significa un absoluto desastre sanitario.

Datos internacionales

Todos estos acontecimientos estuvieron coronados por dos noticias internacionales relevantes desde el punto de vista financiero. Estados Unidos anunció que tuvo en agosto una menor inflación minorista 0,3%, por lo que su variación anualizada retrocedió al 5,3%, y ese será un elemento clave que se discutirá dentro de siete días cuando la Fed se siente durante dos jornadas a decidir si comienza, o no, en noviembre a realizar el tapering, la lenta disminución de compra de bonos en Wall Street, iniciando lo que sería el fin del dinero gratis.

Pero la situación que más inquietó a los inversores de todas partes no sucedió en Wall Street, sino en Shanghai: el gigante inmobiliario chino Evergrande quedó ayer al borde de un colapso por soportar una deuda multimillonaria.

El tamaño de rojo que tiene esa empresa basada en hipotecas es proporcional al que tenía Lehman Brothers, la compañía que ofrecía servicios financieros en Nueva York que colapsó en 2008 y provocó un verdadero desastre en todas las bolsas del mundo. Ni bien se conoció el detalle de su problema la Bolsa de Shanghái bajó 1,4% y finalmente del otro lado del globo el NYSE Composite, que cubre todas las acciones ordinarias que cotizan en la Bolsa de Valores de Nueva York, finalizó ayer con un descenso del más del 2%.

Veremos cómo continúa hoy el tema Evergrande (hasta hace un tiempo conocida como Hengda Group), ya que su caída, si no es sostenida por Xi Jinping puede ocasionar una caída en dominó de envergadura. Su eco no alcanzó para que la menor inflación de EE.UU. (que plantearía un hipotético retraso del tapering), sirviera para tranquilizar a los principales índices de Wall Street, ya que ayer se vio una baja del 0,5% para el Nasdaq, del 0,6% para el S&P y del 0,8% para el Dow Jones.

La repercusión local

Con ese ambiente mundial, y con Alberto dispuesto a repartir dinero a manos llenas, manteniendo a todos sus ministros en su lugar (paradójicamente criticados nada menos que por el resucitado Amado Boudou, que culpó a Guzmán de todos los males económicos que venimos sufriendo), el volumen operado tanto en bonos como en acciones se redujo a menos de la mitad de lo operado el lunes y por supuesto los precios fueron para abajo.

Los bonos argentinos acusaron una baja del 0,8%, por lo que el riesgo país volvió a apuntar hacia arriba, subiendo 6 unidades, hasta 1.496 puntos básicos, nada menos que 8,5 veces más alto que el promedio de los países vecinos de América latina, con índices de riesgo país que están entre 134 y 345 puntos, por lo que en esta comparación el Gobierno local no puede culpar de la actual situación a la pandemia.

Y el malhumor con los bonos vino acompañado por otros elementos. Este mes se está multiplicando 3,7 veces la ayuda que le está dando el Banco Central al Tesoro para cubrir las licitaciones con resultado corto que estuvo logrando Guzmán últimamente. El viernes la autoridad monetaria le giró a Economía $80.000 millones, por lo que en lo que va de septiembre ya le envió $140.000 millones, que llegan a $850.000 millones en lo que va de este año. O sea, entre enero y agosto el central le dio al Tesoro $2.910 millones por día y en lo que va de setiembre le acaba de entregar $ 10.769 millones por día. Y ayer el Presidente fue al municipio de Almirante Brown para repartir dinero para obra pública.

La estrategia del Central

Pero eso no fue todo: ayer el BCRA tomó de los bancos otros $269.828 millones en Leliq, profundizando la cantidad de depósitos de los ahorristas que se van transformando en titulos del Estado. Y, por si todo eso fuera poco, mañana el ministro Guzmán realizará otra licitación para conseguir fondos para cubrir vencimientos inminentes: Este jueves ofrecerá tres letras en pesos, una con tasa de interés y dos ajustables con inflación (con segunda vuelta el viernes). En detalle, será una letra del tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 31 de enero de 2022 (s31e2 – reapertura), una letra del Tesoro nacional en pesos ajustadas por CER a descuento con vencimiento 18 de abril de 2022 (x18a2 – reapertura) y una letra del Tesoro nacional en pesos ajustadas por CER a descuento con vencimiento 29 de julio de 2022 (x29l2 – reapertura).

Con semejante agenda, mientras en el exterior el dólar subió 0,5% en Brasil, 0,3% en México, 0,2% contra la libra y 0,1% contra el euro, con baja del 0,2% para el chileno y del 0,3% en Japón, en Argentina todos los dólares libres volvieron a calentarse.

El dólar turista no cambió y siguió a $170,97, el oficial se mantuvo en $103,62 y el blue recuperó $1,50 hasta $182,50. El dólar mayorista subió 2 centavos hasta $98,21, con el BCRA sumando US$ 38 millones a las reservas hasta US$ 45.816 millones. Mientras que el dólar Senebi subió 7 centavos hasta $170,97; el dólar MEP subió 40 centavos hasta $171,44, su máximo de todos los tiempos y con el contado con liquidación ganando 40 centavos hasta $171,57. Por lo que la brecha entre el dolar oficial y el blue fue del 76,1% y la del CCL con el mayorista fue del 174,7%. Y, medidos en pesos, el euro bajó 11 centavos hasta $115,85, el real bajó 11 centavos hasta $18,71 y la libra cayó 42 centavos hasta $135,47, lo cual complica el comercio exterior.

El contexto global

La menor inflación de EE.UU. y las miradas puestas sobre el mercado chino generaron un corrimiento de los inversores a la búsqueda de refugio en posiciones que venían un tanto abandonadas. Los metales preciosos actuaron sostenidos y las criptomonedas resucitaron, con un alza del 3,6% para el bitcoin. Pero el petróleo cedió, los metales básicos también estuvieron en baja. Y una muy buena noticia para Argentina fue la buena rueda para los granos, con subas del 0,5 al 1% en Chicago y avances del 0,5 al 4% en Rosario, con la soja picando en punta ya que las estimaciones indican que el nivel de siembra es reducido, con el grueso de los productores jugados al maíz, para evitar retenciones tan confiscatorias.

¿Qué se viene por delante? Hay muchas presiones del kirchnerismo para que Alberto cambie parte de su gabinete. El ministro Guzmán está en la mira de todos, sobre todo ahora que el FMI cambió uno de sus hombres, puso a Ilan Goldfjan, un brasileño fiscalista que en su momento hizo bastantes buenas migas con el exministro Nicolás Dujovne y que por su tradición tiene un ojo bastante fiscalista. El martes próximo, Argentina le debe devolver al FMI US$ 1.900 millones de los DEG que acaba de recibir, por lo que las reservas líquidas volverán a ser más escasas, y nueve semanas puede ser una eternidad para que se llegue repartiendo pesos para ver si los votos se pueden dar vuelta.

Fuente: El Economista