El impuesto a las Leliqs terminará afectando a los ahorristas

El impuesto a las Leliqs terminará afectando a los ahorristas

Aunque es parte de la tensión por la distribución de recursos, terminará afectando en forma directa al ahorrista. El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires busca recuperar parte de los fondos de la coparticipación que ya no recibe con un impuesto a la deuda del Banco Central que adquieren los bancos. Y ante este recorte en su rentabilidad, el costo llegará al usuario.

No sólo las entidades están descolocadas y reviendo estrategias en caso de que este cambio en las reglas del juego llegara a prosperar. En los pasillos del Banco Central están atónitos. Aseguran que no tiene sentido.

Impuesto a las Leliqs

«Están gravando un instrumento de regulación de la política monetaria. El impuesto a Leliq es un impuesto a una política de un organismo nacional por tener sede en la Ciudad de Buenos Aires», replican en la entidad.

El proyecto, que radica en cobrar un gravamen del 7% sobre la tasa de Leliq y pases, fue interpretada como una represalia para recuperar parte del 1,18% de coparticipación que la Nación le sacó a la Ciudad. La Ciudad proyecta recaudar $ 12.000 millones por las Leliq y otros 7.000 por el impuesto a los sellos sobre los consumos con tarjeta de crédito.

En la Ciudad explican que en virtud del convenio multilateral, los bancos pagarán en CABA solo por el 30% de lo que les ingresa en intereses por las Leliq.

Las Leliq, así como los pases (de más corto plazo), son los instrumentos de los que se vale el Banco Central para retirar o «esterilizar», como se dice en la jerga, los pesos que emite para asistir financieramente al Tesoro y ayudarlo a cerrar el bache fiscal. Al absorber al menos parte de esos pesos evita que terminen alimentando al dólar.

El rendimiento de las Leliq, hoy en 38%, son una herramienta que el Central también viene utilizando para alentar a las entidades a pagar mejor por los plazos fijos. Resignar parte de ese retorno no les causa mucha gracia. Pero la ecuación no es tan sencilla. «Hoy las tasas están reguladas por el propio Central, que estableció un piso o tasa mínima que debemos respetar. La idea de un rendimiento garantizado es evitar más presión sobre el tipo de cambio. Subir el costo del crédito no es fácil. No hay demanda y estás yendo en contra de la reactivación», se sinceran en un banco.

Guido Lorenzo, de LCG, explica:

«Básicamente reduce el rendimiento de los pesos que capturan los bancos. Las consecuencias podrían ser o una reducción de la tasa que pagan por los depósitos o que quieran compensar con mayor tasa a préstamos».

«Lo primero es difícil porque está intervenida la tasa de plazos fijos minoristas. A los mayoristas quizás sí les pueda afectar y eso sería traumático porque quizás empezarían a buscar alternativas a dejar el dinero en el banco», señala.

Y agrega: “La Ciudad está jugando a presionar y tratar de ‘autocoparticiparse’ parte de la emisión del BCRA., algo que quizás en algún momento debería discutirse, y estamos en un contexto donde es una parte importante del financiamiento del Estado».

Fuente: Clarín