El gobierno no disipó las dudas del mercado

El gobierno no disipó las dudas del mercado

El Gobierno tomó ayer del mercado $783.000 millones mediante la colocación de títulos en pesos (algunos nuevos y otros reabiertos), cifra que le alcanza para atender los vencimientos de deuda por $753.535 millones que enfrenta en los próximos días y le deja un saldo de $29.964 millones (más lo que pueda sumar hoy en la segunda vuelta) para cubrir parte de su sempiterno déficit, ese que vuelve a mostrarse en expansión.

Así, superó el «test de mercado» que enfrentaba, tras los problemas que había evidenciado durante abril, primer mes desde agosto pasado en el que no había logrado siquiera captar el total de fondos para atender estos pagos (solo un 90%).

Hay que recordar que esto lo llevó a volver a requerir auxilio del Banco Central (BCRA) por $254.115 millones en tres transferencias durante los últimos 20 días, envíos con los que agotó buena parte del cupo que tiene permitido por el acuerdo con el FMI. Queda un remanente de $95.000 millones considerando la meta de $438.500 millones vigente para el fin del semestre y los $343.500 millones ya usados, si se tiene en cuenta además el giro de $122.000 millones de enero utilizado para comprar los dólares con que se pagó al organismo.

Emisión monetaria

De allí la atención con la que estas subastas van a ser seguidas por el mercado. «Con la opción de la emisión monetaria acotada, todos pasarán a ser test como en años anteriores», sostiene el economista Santiago López Alfaro, presidente y socio de Patente Valores.

El Ministerio de Economía apenas rechazó el 4% de los $814.471 millones que totalizaron las 1335 ofertas que recibió para no tener que convalidar un alza mayor en el costo de su financiamiento por vía de mercado que, aun así le subió del 51,05% al 51,75% para colocaciones a tasa fija y de 1% a 1,74% o 2,84% al 4,02% respecto de las anteriores licitaciones en los papeles con capital ajustable por dólar oficial o inflación respectivamente emitidos para vencer en abril de 2024 o fines de 2026.

La cifra total que captó la cartera que conduce Martín Guzmán supone 3,85 veces el costo inicial del plan de asistencia lanzado hace algunas semanas por la administración Fernández para paliar el deterioro que la elevada inflación generó entre los beneficiarios de planes sociales, jubilaciones o trabajadores desprotegidos (informales) y representa el 21,2% del total de la base monetaria (que ronda hoy los $3,7 billones).

Deuda interna

Estos datos ponen en evidencia el «peso» que va ganando mantener la creciente deuda interna asumida en moneda local al estar mayormente atada a indexadores. Los números oficiales muestran que atender ese pasivo, que a abril rondaba el equivalente a US$116.500 millones, demandaba $42.600 millones en marzo del 2021, pero ya llegó a los $72.300 millones (+69%) en marzo de este año (último dato publicado).

En la subasta de ayer, el Gobierno ofreció a los inversores un menú conformado por siete títulos y dos canastas compuestas por letras del Tesoro que ajustan capital por CER (Lecer), con vencimientos entre los años 2022 y 2027, y en la que el Bonte27, como era previsible, resultó el más demandado al atraer casi 60% de los fondos captados

La «carta» función

Ese bono era el «as» bajo la manga que la Secretaría de Finanzas jugó y le aportó nada más y nada menos que $466.023 millones al Tesoro ya que se trata de un papel que los bancos podrán usar para integrar los encajes que les demanda el BCRA en reemplazo del Bonte22, que les vence y que a diferencia de aquel les dará la opción de cobrar la tasa del 43,25% nominal anual surgida de la licitación o el ajuste que resulte el índice CER más un 1% extra por una obligación prudencial que habitualmente debían cubrir sin obtener retribución alguna.

«En línea con lo esperado, el 59,5% de lo captado vino a través del bono dual. Capturaron la demanda cautiva de los bancos en reemplazo del TY22 que les vencía», coincidieron en evaluar desde Portfolio Personal Inversiones (PPI).

El comunicado difundido por la cartera que conduce Guzmán destacó la extensión de plazos conseguida.

Tasa fija

Solo el «12% correspondió a instrumentos con vencimiento en 2022 y el 64% del monto adjudicado fue colocado a tasa fija».

Pero conviene tener presente que esas dos «ventajas» derivan del bono diseñado a «medida» de los bancos; que fue el gran imán de la licitación de ayer; pero representa a la vez una carta con la que no contará en los meses siguientes.
De hecho, entre los instrumentos «de mercado»; los más demandados fueron los bonos que ajustan capital por inflación (aportaron unos $46.000 millones); un tipo de deuda que ya explica casi tres cuartos de toda la que fue emitida en pesos (un stock equivalente a U$S73.231 millones); y no solo representa 14% del PBI, sino que además se trata de un pasivo que crece en unos $16.700 millones por día dada la elevada inflación reinante.

La cifra que captó el Palacio de Hacienda representa 3,85 veces el costo inicial del plan de ayuda para beneficiarios de planes sociales; trabajadores informales y jubilados, para paliar la mayor inflación.