El Gobierno, la Capital y Buenos Aires se cruzan en la pelea política y judicial más dura desde el inicio de la pandemia

El Gobierno, la Capital y Buenos Aires se cruzan en la pelea política y judicial más dura desde el inicio de la pandemia

La pelea por las mayores restricciones frente al coronavirus y, sobre todo, el enfrentamiento por las clases presenciales tomó un volumen sin registro previo, al menos desde el primer impacto de la pandemia. La batalla involucra al Gobierno nacional, a la gestión de la Capital y al gobierno de la provincia de Buenos Aires. Pero la dimensión institucional es más profunda: alcanza también a la Justicia. Y ahora todos esperan que la Corte Suprema resuelva sobre un problema de origen político.

En las últimas horas se sumaron resoluciones judiciales contrapuestas. Una Cámara porteña había resuelto el fin de semana y de hecho el mantenimiento de las clases presenciales. Antes, el gobierno de la Ciudad había hecho un planteo ante la Corte. Y ayer mismo, un juez en lo Contencioso Administrativo Federal invalidó la vuelta a clases pero remitió todo al máximo tribunal del país.

Alberto Fernández celebró en privado la decisión del juez federal. Pero Horacio Rodríguez Larreta, a última hora, decidió continuar con las clases, a la espera de la decisión de la Corte. El máximo tribunal ya dispuso que es competente para intervenir en el tema, pero el punto son sus tiempos.

Esa escalada en el terreno judicial fue de la mano con nuevos cruces de declaraciones. El Presidente apuntó contra el gobierno porteño: sostuvo que no actúa como corresponde frente al número de contagios por coronavirus y le adjudicó no haber vacunado a los docentes como corresponde. Rodríguez Larreta le respondió que los problemas surgen de la mala política sanitaria del Gobierno y de la insuficiente provisión de vacunas.

También la provincia, por intermedio de Axel Kicillof y las autoridades locales de Salud, criticó con dureza a la Ciudad, que a su juicio es el “epicentro” de lo que se considera la segunda ola del coronavirus en el país.

Parece difícil en este contexto reponer el diálogo entre Presidencia, provincia y Capital. El panorama se proyecta más grave porque nada indica por ahora que las actuales restricciones puedan ser revertidas a fin de mes, cuando vence el actual decreto. Por el contrario, se pronostica una extensión que haría difícil sostener el actual conflicto.

El otro interrogante tiene que ver con las reacciones sociales frente a los cierres de colegios y la vuelta a las clases virtuales, de resultado muy parcial y especialmente negativo en los sectores de menores recursos. Por ahora, hubo cacerolazos y protestas en algunos barrios porteños. Pero nadie en política arriesga pronósticos.