Una cláusula para controlar a los medios agrava la pelea por la reforma judicial

Una cláusula para controlar a los medios agrava la pelea por la reforma judicial

El trámite de la reforma judicial sumó un capítulo inesperado que proyecta mayores complicaciones políticas y repercusión a la iniciativa del Gobierno. A última hora, el kirchnerimo agregó una cláusula de presión sobre los medios en el dictamen que a mitad de la semana que viene llegará al recinto del Senado. Todo indica que allí el oficialismo impondrá su mayoría pero el panorama es más complejo para su posterior debate en Diputados.

El añadido al proyecto original había sido adelantado por el senador Oscar Parrilli, como señal directa de Cristina Fernández de Kirchner. Dice que los jueces deben denunciar ante el Consejo de la Magistratura cualquir ibtento de influencia o presión de poderes «mediáticos», entre otros. La imprecisión del texto agrega margen de arbitrariedad a esa presión sobre los medios de comunicación.

El proyecto de reforma centrado en el fuero federal camina en paralelo con otras movidas del oficialismo apuntadas a la Justicia, que amplifican la disputa con la oposición y están generando reacciones visibles en el propio ámbito judicial.

En el Senado, el Frente de Todos dio curso al trámite para revisar los pliegos de una decena de jueces trasladados durante la gestión macrista, entre ellos los camaristas federales Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, que tuvieron resoluciones de peso en causas vinculadas con la corrupción. También puso en marcha una jugada para intentar el desplazamiento del procurador interino, Eduardo Casal.

En ese contexto -que incluye además el papel del consejo consultivo que impulsaría una recomposición de la Corte Suprema-, el proyecto de reforma judicial enfrenta un camino complicado en Diputados, con señales de fisura o distanciamiento en bloques considerados aliados por el Gobierno.

Sergio Massa, presidente de la Cámara baja y principal articulador oficialista junto a Máximo Kirchner, dijo en las últimas hora que no hay apuro para tratar la iniciativa una vez que llegue desde el Senado. Criticó a Juntos por el Cambio, en especial porque está planteado un tema previo: el necesario compromiso para seguir adelante con sesiones virtuales.

JxC afirma que no extenderá su apoyo al acuerdo para sesionar de ese modo si se pretende incluir temas ajenos a la crisis económica y la situación sanitaria. De ese modo, advierte que no allanará el camino a la reforma judicial.

Las señales complicadas para el Frente de Todos en Diputados llegaron desde el interbloque de once integrantes que comparten lavagnistas, legisladores del peronismo cordobés y un par de representantes de origen socialista. Pero también tendría una o dos bajas en otro interbloque, de ocho miembros, que suele acompañar las iniciativas del Ejecutivo.

El oficialismo, con 118 diputados, necesita asegurarse al menos once apoyos para alcanzar quorum y mayoría en el recinto. Y eso debería contarlo antes de intentar ampliar el temario para incluir la reforma judicial.