El Gobierno apuesta a la vacuna contra el coronavirus, en una agenda social complicada

En medio de especulaciones internas sobre la necesidad de cambiar la agenda y mejorar el clima social, el Gobierno puso en primera línea el plan de vacunación contra el coronavirus. Existe por supuesto preocupación sanitaria por posibles rebrotes o segunda y hasta tercera ola, como expone Europa. El problema es que se hacen y corrigen anuncios en velocidad, un tema que algunos críticos incluso en el oficialismo señalan como parte de la muy alta exposición presidencial y el modo de comunicar que eso representa.

Esta vez, por medio del ministro Ginés González García, el Gobierno decidió mantener las expectativas sobre la llegada de vacunas, aunque explicó que aún ninguna fue aprobada y que posiblemente en enero podrían comenzar los operativos. Además, señaló que el “potencial” de vacunación sería efectivo hacia fines de febrero o marzo.

El objetivo razonable es poder avanzar en ese terreno antes del fin del verano. Sobre todo teniendo en cuenta el clima pero además las dificultades y los costos que podría tener un nuevo escenario de cuarentena con fuertes restricciones.

En ese contexto, también circulan versiones sobre las estimaciones políticas que se hacen con cierta reserva dentro del oficialismo. Por ejemplo, se dice que la salida del aislamiento y la expectativa sobre la vacuna, como puntos centrales del mensaje, mejoraron la imagen de Alberto Fernández, desgastada en los últimos cinco meses.

Algunos últimos sondeos, entre ellos el de Giacobbe & Asociados y el de Management & Fit, señalan una leve mejoría –lejos de los 5 o 6 puntos que difunden fuentes del Gobierno-, aunque con niveles de desaprobación que rondan los 50 puntos e imagen negativa significativa.

Los temas más preocupantes para los encuestados, según la mayoría de los sondeos, siguen siendo económicos.