El GNL gana posiciones respecto al petróleo y el gobierno analiza la vuelta del barco regasificador

El GNL gana posiciones respecto al petróleo y el gobierno analiza la vuelta del barco regasificador

Los contratos de GNL superan los 10 dólares el millón de BTU y pueden ser un dolor de cabeza al gobierno de cara a las importaciones del 2021. ¿Volverá el barco regasificador a Bahía Blanca?.

En el pico más alto de la segunda ola del coronavirus, el Hemisferio Norte está sufriendo uno de los inviernos más fríos de los que se tenga registros, lo que presiona aún más sobre el precio de los combustibles.

El martes 12 de enero, el petróleo subió casi un 2% para llegar a 56,6 dólares y así acercarse un poco más a la barrera de 60 que proyectó Arabia Saudita a partir del nuevo recorte de producción acordado con la OPEP.

Sin embargo, el mayor salto se observa en el gas que no solamente es el principal recurso de calefacción, sino un componente vital para el funcionamiento de los centros industriales más grandes del planeta.

Más de 10 dólares

En ese sentido, el Henry Hub pega un alza del 3,8% y alcanza los 2,8 dólares el millón de BTU. En tanto, los contratos de GNL operaban a más de 10 dólares, una cifra que no se veía incluso antes de la pandemia.

“El gas está recuperando posiciones respecto al petróleo, ya que estaba muy desarbitrado. Los fríos intensos en Europa y la reconversión de las industrias a gas natural y el crecimiento del GNL provocaron un cambio de tendencia”, indicó el analista de mercados, Francisco Uriburu.

A su vez, según publicó el portal Energía Online, las compras de China están impulsando los valores desde hace varias semanas, con una recuperación manufacturera que se suma al histórico invierno que sufre Beijing.

Favorece a Vaca Muerta

Este incremento favorece a Vaca Muerta en una visión de largo plazo, dado que con un GNL cotizando en dos cifras, podría llegar a ser rentable un proyecto de terminal licuefactora para exportar a gran escala.

No obstante, para el Gobierno constituye un verdadero dolor de cabeza a la hora de planificar las importaciones del 2021. Con una producción en declino y un menor compromiso de entregas de Bolivia, es casi seguro que será necesario volver a traer el buque regasificador de Bahía Blanca con el agravante que ya no se podrá comprar GNL a dos dólares como sucedió en plena cuarentena.

Como se recordará, la Secretaría de Energía analiza contratar un buque regasificador en el puerto ubicado en Bahía Blanca para evitar el déficit en los días más fríos del invierno 2021, luego de que Bolivia confirmara que enviará menos gas a la Argentina, y poder contar con oferta flotante de gas en el invierno.

Después de la licitación en condición firme para la producción local y la adenda al contrato con Bolivia, la demanda proyectada para los días más fríos todavía no está cubierta. Por ello desde Nación toma cuerpo la idea de reponer en el sur el buque que en octubre de 2018 despidieron con bombos y platillos, el entonces presidente, Mauricio Macri, y su secretario de Energía, Javier Iguacel.

Un logro para la gestión Cambiemos

La recesión que hundió la demanda energética entre 2018 y 2019, en paralelo al exceso temporal de producción de gas, le permitieron al gobierno de Macri dar una señal política que se leyó como el fin de una era y el cambio de página de la Argentina importadora de energía a la Argentina exportadora. Todo un logro para la gestión Cambiemos.

En el sentido contrario, para el gobierno nacional tener que traer de vuelta al barco le podría valer análisis políticos que lo asimilen como una derrota, aunque en términos técnicos sea la opción más conveniente.

El alquiler de un buque regasificador cuesta alrededor de unos USD 150.000 por día. Tenerlo amarrado todo el invierno podría costarle a las reservas del Banco Central unos USD 13,5 millones, y el monto ascendería a casi USD 55 millones para tenerlo disponible todo el año, una cifra poco significativa comparada con las intervenciones que hace el BCRA en el mercado de cambios cada día, pero un sinsentido dado que en los seis meses que transcurren entre octubre y marzo no se regasifica LNG.

Excelerate Energy, la empresa dueña de los barcos que se instalaron en Bahía Blanca desde 2008 (Exemplar) y en Escobar a partir de 2010 (Expedient), calculó que durante el invierno del año que acaba de terminar se consumieron aproximadamente 270.000 toneladas de fuel oil y 558.000 metros cúbicos de gasoil.

Para la firma estadounidense, «el ahorro en el período 2008-2019 por tener las dos terminales regasificadoras fue de USD 12.640 millones».

Números de oferta y demanda

Según publicó LM Neuquén los técnicos oficiales le pidieron estimaciones a ex funcionarios macristas sobre cómo podrían ser los números de oferta y demanda de gas natural en este año y cuáles son los caminos más económicos para cubrir los faltantes.

El ex subsecretario de Planeamiento Energético Daniel Dreizzen, actualmente consultor asociado a Ecolatina, cree que en julio se necesitarán importaciones de GNL por el equivalente a 45 millones de metros cúbicos por día (MMm3/d), de los cuales unos 19 se pueden cubrir con Escobar (si se rehabilita la terminal). Para el resto haría falta contratar otro buque o recurrir a alternativas como la importación de Chile o de líquidos para utilizar en centrales térmicas.

En Energy Consilium, la consultora que creó el ex ministro de Energía Juan José Aranguren junto a algunos de sus colaboradores, piensan que «con el recorte de Bolivia y aún operando los dos barcos regasificadores, se necesitarán tal vez gas de Chile o gasoil, según la crudeza del invierno».

«En el contexto actual, si el GNL continúa alto y el petróleo crudo no sube por la restricción de la demanda (debido a la segunda ola de la COVID-19), habría que analizar en su momento si económicamente convendrá más GNL que gasoil, lo cual es poco usual». (Redacción Vaca Muerta News, con información de Energía Online y LM Neuquén).

Fuente: Vaca Muerta News