El FMI y el Congreso, puntos centrales de una semana que también mantiene el foco en el frente externo

El FMI y el Congreso, puntos centrales de una semana que también mantiene el foco en el frente externo

El Gobierno debe dar esta semana dos señales políticas determinantes para la agenda política y económica. El viernes vence un pago de US$ 731 millones con el FMI y existe incertidumbre sobre la marcha de las tratativas con el organismo internacional. En los próximos días, además, Alberto Fernández firmaría finalmente el decreto de convocatoria a sesiones extraordinarias del Congreso y el temario determinaría si se reabren las negociaciones con la oposición para establecer algunos puntos de acuerdo.

En paralelo, la Cancillería sigue con inquietud la evolución del grave cuadro geopolítico provocado por la escalada entre Rusia y Ucrania, que tensa la relación de Washington con Moscú e involucra a toda Europa.

El Presidente tiene agendada una entrevista con Vladimir Putin, en apenas diez días. El 3 de febrero hará una escala en Moscú, agregada al viaje con destino a Beijing ya programado para asistir a la inauguración de los Juegos Olímpicos de invierno.

Antes, operará el referido vencimiento con el Fondo, un tema sensible por el nivel de reservas del Banco Central y porque se produce en momentos complicados de la negociación con el organismo internacional. La profundidad y la velocidad del ajuste son por ahora el mayor problema para avanzar en las conversaciones, según deja trascender Economía.

El ministro Martín Guzmán debe hacer equilibrio además en el frente interno. En los últimos días, ha vuelto a tener contactos con Cristina Fernández de Kirchner, que sigue de cerca personalmente el tema.

Precisamente, el grado de compromiso interno del oficialismo con un acuerdo es un punto de análisis para Estados Unidos y para otros países de peso en el FMI, sobre todo Alemania. El Gobierno busca lograr señales de apoyo político de Washington. Ese fue el objetivo central del reciente encuentro de Santiago Cafiero con el secretario de Estado, Antony Blinken.

La administración de Joe Biden expresó su respaldo a las negociaciones con el Fondo pero advirtió sobre la necesidad de un plan económico sólido. También puso en el centro de la agenda la política regional en materia de derechos Humanos y condenó la visita del iraní Mohsen Rezai a Managua. Ese episodio y las contradicciones sobre un pedido a Interpol de Moscú por la supuesta presencia de Rezai allí expusieron la política exterior del país.

Las tratativas con el FMI siguen siendo, además, una cuestión conflictiva en la relación del oficialismo con Juntos por el Cambio. La frustración del encuentro entre Guzmán y JxC, y los cruces alrededor de la deuda complican las posibilidades de entendimiento en todos los niveles.

Se espera que esta semana el Presidente firme el decreto de convocatoria a sesiones extraordinarias, a parir del 1° de febrero, pero existe incertidumbre sobre el temario. Se dan por descontados temas como la reforma del Consejo de la Magistratura y algunos proyectos específicos de promoción económica. El kirchnerismo sumó la intención de volver con un sistema similar a Fútbol para Todos. En cualquier caso, se verá si hay voluntad de entendimiento con la oposición, crucial para la actividad en Diputados.