El FMI aprobó la tercera revisión; pide más ajuste y advierte por el clima social

El FMI aprobó la tercera revisión; pide más ajuste y advierte por el clima social

El FMI aprobó la tercera revisión y desembolsará USD6.000 millones. Pero advirtió por los riesgos de implementación del programa de cara a las elecciones y salto del descontento social.

El Directorio del FMI aprobó ayer la tercera revisión y desembolsará cerca de USD6.000 millones en los próximos días, mientras que destacó el ajuste tanto fiscal como monetario que lleva adelante el ministro de Economía, Sergio Massa, desde agosto. El organismo consideró que ese proceso tuvo un efecto positivo en la inflación y la balanza comercial, pero pidió un amplio apoyo político a la continuidad del programa de cara a un año de elecciones en donde el descontento social podría escalar. 

El descontento social podría escalar aún más, debilitando el apoyo al programa y provocando desviaciones de las políticas y medidas intervencionistas, especialmente antes de las elecciones”, sostiene el documento técnico realizado por los técnicos del organismo que analizó este jueves el Board. 

Tasas y gasto

En un comunicado, la directora adjunta del Fondo, Gita Gopinath, resaltó que las políticas macroeconómicas “más estrictas” desde julio, que incluyeron suba de tasas y un fuerte ajuste real del gasto primario, permitieron al Gobierno mostrar una reducción de la inflación además de fortalecer el superávit comercial y las reservas. De hecho, la reducción real de las erogaciones comenzó con Silvina Batakis y fue profundizada con la llegada de Sergio Massa al Palacio de Hacienda a partir de agosto.

“No obstante, persisten los desequilibrios macroeconómicos y las condiciones siguen siendo frágiles. La intensificación de la sequía en curso podría reducir las exportaciones agrícolas y las entradas de divisas, avivando los precios y poniendo en peligro los objetivos del pograma. La inflación sigue siendo alta, la cobertura de reservas sigue siendo débil y han reaparecido los desafíos para movilizar reservas y financiamiento interno, lo que ha desencadenado una nueva intervención del banco central en el mercado secundario de bonos, aunque más limitada que a principios de año”, advirtió el organismo. 

Continuidad del programa

Para el organismo la continuidad del programa será fundamental para; alcanzar los objetivos previstos e incluso afirmaron que eso puede servir como un “ancla para la estabilidad”.

Pero la meta  a la que hizo referencia Gopinath fue la de reducir el déficit primario del 2,5% del PBI este año al 1,9% del PBI en 2023: “Se necesitará la consolidación fiscal según lo presupuestado para respaldar los procesos de desinflación y acumulación de reservas, aliviar las presiones financieras y fortalecer la sostenibilidad de la deuda”. 

La directora adjunta del FMI reiteró además la necesidad de priorizar los gastos en infraestructura, en donde el Gasoducto Néstor Kirchner es el más importante. Otros pedidos, de larga data para el organismo, fueron: fortalecer los controles de gasto; mientras se continúa con la focalización en subsidios energéticos y la asistencia social.

Descontento social

Sobre el final del comunicado, Gopinath envió un mensaje al Gobierno de cara al periodo de elecciones en 2023; y la posibilidad de un salto en el descontento social; “La formulación ágil de políticas sigue siendo esencial para cumplir con los objetivos; y podrían ser necesarias más acciones para salvaguardar la estabilidad si se materializan los riesgos. El amplio apoyo político para las políticas del programa sigue siendo fundamental en el período que se avecina”.

Si bien el FMI aprobó las metas del tercer trimestre; e incluso ya reconoció que las anuales del 2022 están en vías de cumplimiento; decidió otorgar un nuevo “waiver” por la aplicación de la segunda ronda del “dólar soja” y la continuidad en los cepos. Paradójicamente, ambos puntos fueron esenciales para el cumplimiento; de la meta de acumulación de reservas por USD5.000 millones para este año; la cual fue reducida en USD800 millones y que el propio Massa afirmó estará en torno a los USD7.000 millones.

“Las restricciones cambiarias y las prácticas de monedas múltiples deben evitarse; y eliminarse tan pronto como las condiciones lo permitan, y se deben abordar los desequilibrios macroeconómicos”, concluyó la funcionaria.

Fuente: BAE