El fin de la media res de carne vacuna

El fin de la media res de carne vacuna

El fin de la media res de carne vacuna, que el Gobierno fechó para el próximo 1° de enero a través de una resolución conjunta firmada por tres ministerios, tiene todo el peso simbólico de un cambio histórico, porque dejará atrás un modelo vigente durante tres siglos.

La medida, publicada este jueves en el Boletín Oficial, con la firma de los ministros Luis Basterra (Agricultura), Claudio Moroni (Trabajo) y Matías Kulfas (Desarrollo Productivo) genera un consenso general. Es bien vista, fundamentalmente como un paso necesario por la salubridad del producto y el cuidado de los trabajadores que cargan al hombro más de 100 kilos.

No creen que propicie una baja en los precios

Pero varios conocedores de la cadena de comercialización de este producto emblemático dudan sobre una de las principales motivaciones: no creen que, al menos en el corto plazo, propicie una baja de precios a los consumidores. Consideran que es probable suceda lo contrario.

El argumento del Gobierno y de los frigoríficos es que “la media res es más ineficiente en la lucha contra la inflación”. Indican que el carnicero de un barrio con bajo poder adquisitivo, para vender toda la media res, reduce el valor de los cortes más caros: el lomo, el cuadril, los bifes. Como no puede hacerlo sin perder plata, sube los precios de cortes de menor calidad, como el asado, la falda, la aguja, etcétera.

Eso, explican, hace que los sectores más pudientes no paguen la carne todo lo que pueden. Y los más carenciados no puedan acceder a los “cortes populares”, porque tienen precios elevados para compensar los trozos de la vaca que allí no se demandan. Ese criterio no es compartido por los carniceros.

Uno de ellos, Hernán Méndez, con local en Dorrego y Niceto Vega de CABA dijo que “para cuando se implemente el nuevo sistema seguramente pagaré más por el kilo de carne en promedio, porque el trabajo que hoy hacen mis empleados despostadores lo hará otro. No sólo me cobrará por eso sino que quizás me obligue a reducir el personal”.

Juan Manuel Garzón, economista de la Fundación Mediterránea, tampoco cree que los precios bajen, al menos en el corto plazo.

Fuente: Clarín Rural