El empleo público se volvió a incrementar con la pandemia

El empleo público se volvió a  incrementar con la pandemia

En 2012 el sector privado ocupaba al 56% de la fuerza laboral y este año se redujo a 48,8%. Los empleados públicos pasaron de 23,3% al 27,2% en ese mismo lapso. Crece la precariedad.

La tendencia viene desde hace 8 años y se agravó por el coronavirus.

En 2012 el sector privado ocupaba el 56% de la fuerza de trabajo. Este año, bajó al 48,8%, mientras en el mismo lapso el empleo público pasó del 23,3% al 27,2%.

Ni la doble indemnización para los despidos sin causa, vigentes desde el 13 de diciembre de 2019, ni la prohibición de los despidos, a partir del 31 de marzo por la pandemia y cuarentena, detuvieron la caída del empleo asalariado formal privado, que se desliza “por el tobogán” desde fines de 2017. A través de “retiros voluntarios” negociados, las empresas siguieron achicando sus dotaciones de personal.

El estancamiento dela actividad económica

El empleo asalariado registrado fue afectado, en la última década, por el estancamiento de la actividad económica, agravado por una recesión que se acerca a los tres años, en medio de la pandemia y la cuarentena. También por la mayor precariedad y tercerización laboral, como se evidencia en el avance de los asalariados informales o no registrados y en el incremento del número de monotributistas y cuentapropistas informales. En medio de ese proceso, el empleo público creció por encima del crecimiento de la población.

El avance del empleo no registrado y de los trabajadores por cuenta propia informales – proceso que en los meses de la pandemia y cuarentena por la falta de trabajo arrastró a la desocupación y en mayor medida a la inactividad a ese sector- es un indicador clave del avance de la precariedad laboral y del achique de los ingresos que comprende a más de 7 millones de personas. Explica también una parte del fuerte aumento de la pobreza.

En enero de 2012, se registraron 6.105.953 asalariados privados. En los siguientes 6 años creció punta a punta un 3,3% combinando meses de subas y de retrocesos. En enero de 2018 alcanzó el pico de 6.309.334 asalariados formales privados y dos años después bajó a 6.021.971. La fuerte devaluación del peso que se disparó en abril de 2018 fue el inicio del proceso de deterioro. Ya vigente la doble indemnización el achique prosiguió (en marzo 5.993.888) y a pesar de la prohibición de los despidos, en agosto se contabilizaron 5.770.158, según las cifras del Ministerio de Trabajo.

El empleo registrado se redujo

Así, en 2 años y medio, el empleo registrado privado se redujo en 539.176 asalariados. Esta pérdida de puestos de trabajo fue muy intensa a lo largo de 2018 y 2019 y pegó un nuevo salto con la irrupción de la pandemia y la cuarentena. En agosto pasado dejó de caer, pero por ahora no hay signos de recuperación.

En tanto, los monotributistas aumentaron entre enero de 2012 a igual mes de 2018 un 21%: de 1.314.711 a 1.566.903 para volver a subir en medio de la pandemia a 1.619.107 a agosto de 2020. En parte eso pasó porque las empresas tomaron personal pero como monotributistas bajo la figura de la “locación de servicios”.

A su vez, en vísperas de la pandemia (primer trimestre de 2020) los asalariados no registrados sumaron 4.873.000 puestos de trabajo, cuando en primer trimestre de 2017 (inicio de la serie) eran 4.438.000. En apenas 3 años, los puestos de asalariados “en negro” aumentaron en 435.000 personas, según el INDEC. En esos 3 años el trabajo por cuenta propia

Fuente: Clarín