El coronavirus sigue marcando la agenda, a la espera de la Corte Suprema y con foco en el decreto sobre nuevas restricciones

El clima de la semana política que comienza hoy estará marcado nuevamente por el coronavirus, con las cifras de contagio como telón de fondo. Se espera el pronunciamiento de la Corte Suprema sobre las clases presenciales, trámite sin señales de los jueces y demorado además porque el Gobierno no presento su defensa del DNU que dispuso el cierre de las escuelas. Pero al mismo tiempo, empiezan las discusiones sobre las restricciones que incluiría el próximo decreto presidencial.

El Gobierno tiene plazo para hacer su presentación ante la Corte hasta primera hora de mañana, martes. El escrito está a cargo de Carlos Zannini como titular de la Procuración del Tesoro, es decir, la cabeza de los abogados del Estado nacional. Parece claro que insistirá en la argumentación sanitaria para justificar el DNU que suspendió las clases presenciales. Esa medida no fue acatada por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y Horacio Rodríguez Larreta acudió al máximo tribunal del país.

En la defensa del decreto referido, el Gobierno sostiene que se trata de una decisión básicamente sanitaria y no educativa, que depende de cada distrito. Pero además, Zannini ha intentado poner en discusión la jerarquía institucional de la Ciudad, a pesar de que la Corte ya ratificó el alcance amplio de la autonomía porteña, equiparada  a las provincias.

Son muy pocos los días que quedarán entre la presentación de Zannini y el alcance temporal del DNU vigente, que concluye el viernes. Pero podría ser un elemento de peso como antecedente y también para la discusión ya abierta sobre las nuevas restricciones.

Durante el fin de semana trascendieron reuniones de Axel Kicillof con su gabinete, contactos permanentes con Cristina Fernández de Kirchner, además de evaluaciones de Alberto Fernández con la ministra Carla Vizzotti y diálogo con el gobernador bonaerense. También hubo reuniones de seguimiento entre Rodríguez Larrate y su equipo.

Entre mañana y el miércoles, con cifras actualizadas de casos de coronavirus, niveles de positividad y ocupación de unidades de terapia intensiva, podría quedar más claro el panorama sanitario y el cuadro político, marcado por la disputa del Gobierno nacional y la provincia con la Capital, con eje en el área educativa.

Kicillof presiona por medidas de mayor dureza. Y Rodríguez Larreta estaría dispuesto a controles más rigurosos y nuevas medidas, pero por ahora defendiendo las clases presenciales, salvo que el cuadro se desmadre.

Frente a este cuadro, el Gobierno dejó circular la idea de presencialidad administrada. No se conoce el detalle, pero en rigor el actual esquema ya es limitado a algunos días de la semana con acotada carga horaria.