El caso del policía asesinado en Palermo reabre el debate por la Seguridad en la interna del oficialismo

El caso del policía asesinado en Palermo reabre el debate por la Seguridad en la interna del oficialismo

El crimen del policía federal Juan Pablo Roldán en el barrio porteño de Palermo, reabrió el la interna por la Seguridad en el Gobierno y volvió a colocar en el debate público la utilización de las Taser, armas no letales, que fue cuestionada desde el kirchnerismo y congelada en las fuerzas de seguridad nacionales.

Fuentes oficiales dejaron trascender en las últimas horas que el ministerio de Seguridad, a cargo de Savina Frederic, habría autorizado ahora la entrega de Laser al grupo GEOF, de la Policía Federal, para su entrenamiento en base a un nuevo protocolo. Pareció una reacción frente al impacto de la muerte del policía por un cuchillazo y en pleno día.

Antes, se habían recreado algunos cruces internos. El jefe de Gabiente, Santiago Cafiero, aseguró que la utilización de las pistolas Taser «no está en estudio» dentro de las fuerzas federales. Y sostuvo: “Nosotros vamos a seguir con nuestra línea”.

El ministro bonaerense de Seguridad, Sergio Berni, destacó la utilidad de las armas noi letales y en implícita respuesta al funcionario nacional destacó que la Provincia se mueve con autonomía en lo que hace a su propia policía.

 Los protocolos para el uso las Taser habían sido revocados el 24 de diciembre del año pasado por el Ministerio de Seguridad, luego que la exministra del área Patricia Bullrich había autorizado su uso dentro de las fuerzas federales.
No es este el primer desacuerdo que se registra en la relación interna del Gobierno y también en el vínculo con la Ciudad de Buenos Aires, el primer distrito en avanzar con este criterio.

El caso del policía Roldán conmovió socialmente. Y el Gobierno incluso decidió declarar un día de duelo. Ahora, buscaría retomar el tema de las Taser.