El aumento de contagios por coronavirus copa la agenda y pone el foco en Buenos Aires y la Capital

Los crecientes números globales de contagios por coronavirus se han convertido en tema central de preocupación para el Gobierno. Y en particular, el foco vuelve a estar puesto en la provincia de Buenos Aires y, con implicancias que trascienden al oficialismo, en la Capital. Los últimos números son elocuentes: fueron registrados 16.056 casos en todo el país, la cifra más alta de los últimos cinco meses. Y de ese total, 8.063 correspondieron al territorio de Axel Kicillof –y por extensión, el principal bastión de Cristina Fernández de Kirchner- y 1.707 al distrito a cargo de Horacio Rodríguez Larreta, el dirigente opositor mejor valorado según la mayoría de las encuestas.

El Presidente se encuentra buscando un punto de equilibrio no sólo político, sino vinculado de manera central al delicado cuadro de la crisis. Evalúa que es estrecho el margen para imponer otra vez duras restricciones como en el inicio de la cuarentena, por su grave impacto social y económico. Y al mismo tiempo, teme un desborde sanitario, camino a los primeros fríos y con un plan de vacunación que aún avanza de manera lenta.

Desde Olivos, se tendieron ayer mismo puentes con la gestión porteña, una relación dañada a partir del recorte de fondos de la coparticipación y en medio de las disputas entre el oficialismo y la oposición. Hubo contactos entre Julio Vitobello, secretario general de la Presidencia, y el vicejefe de gobierno de la Ciudad, Diego Santilli.

Según trascendió, hubo acuerdo para reactivar las conversaciones en ese nivel y entre ministros del área de salud. Y se allanó el camino para una cita entre Alberto Fernández y Rodríguez Larreta.

Por ahora, no está claro si podría recrearse el sistema de apariciones conjuntas periódicas, que contaban con la asistencia de Kicillof. Existen muchas prevenciones, sobre todo luego de la última jugada para postergar las PASO, que generó malestar en Juntos por el Cambio a pesar de que crece la idea de realizar las primarias un mes después de lo previsto –serían llevadas a septiembre- si no está más despejado el panorama de contagios. Existiría el compromiso de restringir al coronavirus el temario de las conversaciones entre el Presidente y el jefe de Gobierno porteño.

El problema, especialmente para Kicillof, es la profundidad de la crisis. La difusión de los datos sobre pobreza expuso la gravedad del cuadro social. El nivel de pobreza a nivel nacional fue del 42% en el segundo semestre del año pasado. Y en el Gran Buenos Aires llegó al 51%.

A la vez, las cifras sobre contagios por el coronavirus son alarmantes en la misma geografía. En el GBA, crecieron más del 50% en comparación con el final de febrero.