El acto por el Día de la Lealtad peronista refleja otra escalada en la tensión que vive el oficialismo

El acto por el Día de la Lealtad peronista refleja otra escalada en la tensión que vive el oficialismo

La organización de los actos por el Día de la Lealtad peronista marcó de manera sorpresiva otro pico te tensión en la interna de l oficialismo. Las discusiones parecían saldadas con la decisión de realizar una única movilización el lunes, a cargo de la CGT y los movimientos sociales aliados del Gobierno. El kirchnerismo duro consideró que esa salida los relegaba y luego de presionar, incluso públicamente, Alberto Fernández revisó el criterio y convocó a movilizarse también el domingo.

El cambio se produjo en un contexto marcado por otros episodios que expresan un alto nivel de conflicto en el interior del oficialismo. Ya había trascendido la frialdad de un encuentro reservado entre el Presidente y Cristina Fernández de Kirchner, con eje en la economía. Y luego fuentes bonaerenses confirmaron un fuerte enfrentamiento entre Máximo Kirchner y Sergio Berni, que amenaza con abandonar el Frente e Todos.

Ese aumento de la conflictividad estaría alimentado además por los pobres resultados que, según diversas encuestas, producirían hasta ahora la seguidilla de anuncios del Gobierno nacional y de las gestiones locales, empezando por la provincia de Buenos Aires.

Con ese telón de fondo, entró en discusión el modelo de campaña. Por ejemplo, si era conveniente o no el recurso tradicional de los actos, como el realizado en Nueva Chicago. Se habló entonces de una gran convocatoria para el 17 de Octubre. En principio, para combinar iniciativas, se habían puesto en marcha dos movilizaciones. Una, el mismo domingo, con fuerte presencia de gobernadores e intendentes, encabezado por el Presidente. Y otra, el lunes, a cargo fundamentalmente de la CGT y de las organizaciones sociales, sin oradores y sólo con un documento bajo el título “Desarrollo, producción y trabajo”.

El Gobierno decidió después levantar el acto del domingo, con el argumento de la coincidencia con del Día de la Madre. Esa decisión provocó malestar en el kirchnerismo duro, que le envió un mensaje directo al Presidente.

Uno de los referentes de La Cámpora, Andrés “Cuervo” Larroque, llamó públicamente a movilizarse y expresó su desacuerdo con la decisión del Gobierno. Y en paralelo, Hebe de Boanfini, cuestionó en muy duros términos la posición del Presidente. De hecho, se ponía en marcha una demostración que iba a terminar descolocando a Alberto Fernández, con costos políticos previsibles. Finalmente, el Presidente convocó como titular del PJ a actos en las diversas plazas del país el domingo por la tarde. Habrá entonces dos días con actos.