Ecuador. En referendum, Moreno y Correa se miden en las urnas

El actual presidente y su predecesor, prueban cuál  tiene más fuerza en la consulta popular, por el Sí o No a una serie de propuestas gubernamentales.
Más allá de las siete preguntas puntuales, estarán en juego buena parte del futuro del Ejecutivo de Lenín Moreno y del devenir del ex presidente Rafael Correa, convertidos en feroces rivales y en fervorosos promotores del Sí y del No, respectivamente.
Moreno impulsa el Sí en las siete preguntas que integran su consulta, y que incluye cuestiones como la lucha contra la corrupción, la eliminación de la reelección indefinida y las reformas al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) que designa a las autoridades de control. Las preguntas también abarcan temas como la plusvalía y la protección del ambiente y minería, y busca declarar imprescriptibles los delitos sexuales contra menores de edad.
Sin embargo, lo que se mide en el fondo es la profunda zanja marcada entre el ex presidente Correa, que encabeza una suerte de coalición por el No, y su sucesor y ex aliado Moreno, que con el referéndum consiguió encolumnar detrás del Si a 36 organizaciones y partidos.
Sindicatos, partidos de izquierda y de derecha y hasta organizaciones empresariales respaldan la consulta, más bien porque suponen que un triunfo del Sí constituiría un golpe a todas vistas irremontable para las eventuales aspiraciones electorales de Correa, que gobernó el país de enero del 2007 a mayo del 2017: si el Sí se impone en la pregunta que busca limitar la chance de reelección a una sola vez, lo dejaría afuera de una nueva postulación.
Correa no solo llama a votar No (aunque hace especial hincapié en tres preguntas) sino que, más aún, considera a la consulta absolutamente inconstitucional, al no contar con el visto bueno de la Corte Constitucional que debía dar vía libre al referéndum. Mediante los Decretos Ejecutivos 229 y 230, el presidente Moreno convocó a una consulta popular y referéndum sin esperar el dictamen previo de la Corte sobre la constitucionalidad de las preguntas, requisito fundamental, no discrecional. Durante la campaña, que terminó el jueves por la noche, el ex mandatario fue víctima de nuevas denuncias judiciales en su contra y de ataques físicos que sufrió en algunas de las ciudades que visitó para impulsar a la ciudadanía a votar negativamente.
La relación entre Moreno y Correa marcó a pleno el camino a la consulta: hubo entre mandatario y antecesor primero frialdad, después enojo, más tarde serios cuestionamientos cruzados y ahora simplemente una distancia abismal y acusaciones de traición hacia un lado y de corrupto hacia el otro.
En lo formal, el paso de los ciudadanos ecuatorianos por las urnas responde a un referéndum, que implica modificar la Constitución y que incluye cinco preguntas, y una consulta, que suma los dos interrogantes restantes que modifican o derogan leyes menores. Las dos más polémicas, sin embargo, son las de la reelección y la referida a la reestructuración del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social
(Fuente: El Universo, Ecuador)