Economía consiguió US$1000 M

Economía consiguió US$1000 M

La elección de la fecha del partido no fue casualidad entre las distintas opciones que ensaya Argentina en su búsqueda desesperada de dólares. Se podría llamar la «diplomacia del fútbol», que busca arrancar préstamos para fortalecer reservas y para inversiones claves que se otorgan a un gobierno que va a cambiar en pocos meses.

En el flamante avión presidencial que trajo una amplia comitiva en la que se destaca Máximo Kirchner y a los que fueron sumando otros como el presidente YPF Pablo González, hubo varios libros sobre China.

El vuelo de 29 horas y dos escalas en un avión que aún no tiene instalado el Wi-Fi favoreció que los funcionarios con Sergio Massa a la cabeza repasaran las memorias de Henry Kissinger sobre la diplomacia del ping-pong con China.

En Shanghai, Sergio Massa, acompañado por Máximo Kirchner y el equipo de energía integrado por Flavia Royón y Agustín Gerez, se reunieron con la firma de las represas Gezhouba y firmaron un compromiso de desembolso inmediato para la obra por US$ 524 millones, además de asumir con dos plantas de Aysa -una depuradora y tratamiento cloacal- por US$ 70 millones.

La ronda siguió con State Grid, que financia líneas de alta tensión para el transporte y distribución de energía eléctrica que se conoce como AMBA 1 e impacta en 1, 2 millones de personas, además de insumir US$ 300 millones de dólares.

Sergio Massa cosechó US$ 1.000 M

En total, podría decirse que en el primer día de su visita en China, Sergio Massa cosechó US$ 1.000 millones que en breve, a lo sumo el 1 de julio, entrarán a las reservas del Banco Central.

Pero en cuanto al financiamiento para la ampliación del gasoducto Néstor Kirchner, el resultado le fue esquivo. Massa pensaba solicitar US$ 2.800 millones a los bancos chinos, Algo pasó que ha decidido ahora llamar a una licitación en la que también intervendrán las empresas chinas. En esa licitación no solo se incluye el financiamiento para una obra de 562 kilómetros que debe hacerse en 10 meses. También incluirán la compra de tubos y la obra en su totalidad.

«Es importante acordar temas que nos sirven para el presente y sobre todo para el futuro», dijo Massa en un breve encuentro con los periodistas. La delegación que vino desde Buenos Aires se dividió el trabajo, no sólo para atender varios frentes, sino ante una tarea que no se adivina fácil frente a una Argentina imprevisible. Cuando se preguntó a algunos miembros de la delegación qué es lo que inquietaba a los chinos, las respuestas fueron más bien elusivas.

El presidente del Banco Central, Miguel Pesce, está negociando la renovación de los swaps, ese intercambio de monedas por el equivalente a US$ 18.000 millones que vence en agosto y que Massa quiere que se anticipe para llevar algo de tranquilidad.

Con la suba de las tasas internacionales, estos préstamos resultan ahora un 25% más baratos que los que se obtienen a nivel del Fondo Monetario. Pero el objetivo es ambicioso porque Massa pretende, además, ampliar una línea de 5.000 millones actuales a 8.000 millones de dólares dentro del paquete de los 18.000 millones para poder intervenir activamente en caso de volatilidad cambiaria.

Pesce y Lavagna

Pesce trabaja en esta tarea con Marco Lavagna, y Massa se verá mañana jueves con Dilma Rousseff, la flamante presidenta del Banco de los BRICS que reúne a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

Esa reunión es clave porque lo que Massa pretende es que ese banco le facilite también un acuerdo para fortalecer las reservas del Banco Central y así llegar tranquilos por lo menos hasta las PASO de agosto.

El tema es que el banco tiene un artículo específico, el artículo 7, por el cual no puede prestar a aquellos países que no son miembros. Argentina está en proceso de serlo, pero es un trámite que va a demorar varios meses. Massa y el equipo económico encontraron un atajo, consiste en que Brasil aumente su capital para que de ese dinero se le pueda prestar a la Argentina. ¿Lo hará Dilma?

El ministro Massa logró el compromiso de inversiones de parte de tres empresas chinas en Shanghai.

Los chinos no preguntan por la inflación en el país sino por las entradas para ver a la Selección.

La presencia de Máximo Kirchner es leída en esta delegación como el respaldo de Cristina a la gestión del Ministro de Economía en una relación que comenzó a forjarse con el hijo de la vicepresidenta en el año 2018 en el Congreso.

Otra asistencia muy valorada por los chinos es la de Cecilia Moreau, la presidenta de la Cámara de Diputados, y lo es en el sentido de una burocracia que respeta los cargos legislativos y que tiene a su propia Asamblea Nacional como un órgano de decisión de políticas. Cerca de Massa dicen que la trajo para ayudar a las gestiones difíciles.

También vino el secretario de Agricultura para lograr que le abran el mercado de menudencias vacunas. Argentina ya es la primera exportadora de garras de pollo y está todavía en carpeta un proyecto de hacer granjas más pequeñas de cerdo en algunas provincias como el Chaco. Pero los chinos no preguntan por la inflación: la preocupación es conseguir entradas para el partido del 15 de junio. Cada entrada sale 1.500 dólares.

Fuente: Clarín