Durante 2021, por el rebote económico se disparó la venta de combustibles premium

Durante 2021, por el rebote económico se disparó la venta de combustibles premium

El congelamiento de precios y las recomendaciones de fábrica volcaron la Balanza a favor de los combustibles de mayor octanaje.

Apalancadas por el rebote de la actividad económica y el congelamiento de precios que rigió durante más de seis meses, las ventas de nafta premium se dispararon en 2021. No solo crecieron fuerte en relación al 2020, sino que también repuntaron respecto a los niveles prepandemia.

Según las estadísticas publicadas por la secretaría de Energía de la Nación, el año pasado se vendieron 2.278.355 m3 de la nafta de mayor octanaje en todo el país, un 42,4% más que en 2020 (1.599.790 m3) y un 2,3% más que en 2019, cuando se comercializaron 2.226.665 m3.

La magnitud de la mejora en relación al anteaño pasado no sorprende, teniendo en cuenta que en 2020 se aplicaron las medidas más estrictas para el control de la pandemia, como el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), lo que llevó a que durante varios meses el movimiento de vehículos en las calles fuera extremadamente bajo. Lo que sí llama la atención, es que la recuperación de la nafta premium fue mucho más marcada que la registrada en la versión súper, que creció “apenas” 28,7% en relación a 2020.

En lo que respecta a la comparación contra 2019, es importante destacar que la nafta premium fue el único combustible que creció. La versión súper cayó 6,5%, el diésel común se contrajo 4% y el diésel premium se mantuvo prácticamente sin cambios, ya que registro una imperceptible baja del 0,05%.

Hay varios factores que explican por qué los combustibles premium hayan crecido mucho más que el promedio general del mercado. Uno de ellos es sin duda el congelamiento de precios que rigió desde mayo de 2021 hasta los primeros días de febrero de 2022.

Ventas de nafta y gasoil al público. Variación porcentual

José Vargas, economista y director de la consultora Evaluecon, señaló que durante el año pasado los combustibles tuvieron un reacomodamiento de precios que no acompañó al proceso inflacionario ni a la evolución del tipo de cambio. “En paralelo, los salarios sí acompañaron al IPC general. Eso hizo que muchas personas que venían usando nafta súper, pasaran a usar premium. Es el efecto contrario a lo que había ocurrido en los años anteriores”, explicó.

Los números confirman la mirada del economista. Según el Indec los salarios aumentaron en promedio un 53,4% durante el año pasado, mientras que los combustibles tuvieron un ajuste del 34,4% (el porcentaje varía levemente según la zona y la bandera). Es decir que los ingresos crecieron 19 puntos porcentuales más que el valor del litro de combustible.

“Tras el descongelamiento la tendencia podría empezar a revertirse, aunque eso dependerá de como evolucionen también los salarios”, precisó Vargas.

La relación entre precios y salarios explica por qué la nafta premium repuntó mucho más que el resto del mercado en 2021, pero hay otro factor mucho más estructural que no debe dejarse de lado: el crecimiento del parque automotor.

Gabriel Bornoroni, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos de la República Argentina (Cecha), aseguró que gran parte de la mejora de las ventas de combustibles premium tiene que ver con las recomendaciones que se hacen desde fábrica. “Cada auto 0 km que sale al mercado, carga de nafta o gasoil premium. Eso contribuye a que cada año se despachen más destilados de alto octanaje”, indicó.

Las petroleras fomentas el consumo

“También las petroleras fomentan el consumo de combustibles premium, que por supuesto son de mayor calidad. Sin duda es una tendencia que se mantendrá en el tiempo, a menos que los precios aumenten desaforadamente, algo que es muy difícil que pase”, declaró el empresario.

El análisis de Bornoroni también tiene respaldo en las estadísticas. En 2021, que fue un año particularmente malo para el sector automotor, se patentaron 384.027 vehículos en el país. Algo menor fue el balance del 2020, cuando salieron a la calle 343.926 nuevos autos, pero entre ambas temporadas se sumaron más de 700 mil vehículos nuevos que, si siguen las recomendaciones de fábrica, están usando nafta y gasoil premium.

El gasoil tiene participación en el mercado de autos particulares, pero su principal mercado son los vehículos utilizados para desarrollar alguna actividad económica, como el transporte de cargas o las maquinaras agrícolas.

Si bien las estadísticas del Ministerio de Energía hacen referencia solo a la “venta al público”, voceros de Axion aseguraron que la misma situación que se da con la nafta premium en el mercado general, se repite con el diésel premium en el campo.

“Así como pasa con los autos, la realidad es que las maquinarias nuevas exigen que los combustibles tengan mayor calidad y octanaje. La transformación tecnológica de los motores conduce al crecimiento de los combustibles premium en el campo”, aseguraron.

“La mayoría de los combustibles súper son de muy alta calidad, pero las versiones premium tiene algunos aditivos que mejoran la calidad de vida de los motores”, agregaron.

Fuente: Clarín