Durante 2019 el BCRA perdió el 69% de su patrimonio neto

Durante 2019 el BCRA perdió el 69% de su patrimonio neto

El Banco Central (BCRA) registró el año pasado una pérdida de $454,4 millones, lo que supone el segundo balance con quebranto en los últimos cinco años (había cerrado 2017 con uno de casi $67 millones) y su peor resultado desde el rojo de $282.200 millones en 2002, cuando debió comenzar a asumir y blanquear costos por la implosión de la convertibilidad.

El rojo dejó a la vista el esfuerzo que debió hacer la entidad para sostener las políticas oficiales, aunque convalidando a la vez un costo inflacionario que no solo se consumió los $114.300 millones de ganancias operativas que había obtenido en el año, sino que lo obligó a computar un resultado negativo por «exposición al cambio del poder adquisitivo de la moneda» (referido al ajuste por inflación) de $568,7 millones.

Ese cómputo no solo provocó que el saldo final fuese negativo, sino que además colaboró para una reducción del 69% en su castigado patrimonio neto, que cayó de $2077,5 millones a $644,3 de un año a otro.

«Es un deterioro que se explica principalmente por el atraso cambiario, lo que hace que su activo (reservas y títulos públicos, casi todos en moneda extranjera) se indexe a un ritmo muy inferior al de su pasivo, que no solo aumentó al ritmo de la emisión monetaria para atender el déficit fiscal, sino que se lo remuneró a una tasa mayor. Se da la misma dinámica de 2017, que anticipa mayor devaluación futura», explica el economista Esteban Domecq, director de Invecq Consulting.

Ajuste

El ajuste por inflación de los resultados fue rehabilitado por la ley 27.468, que reconoció la posibilidad de aplicarlo cuando la variación del índice de precios internos al por mayor (IPIM) acumulado en los tres años anteriores al cierre del balance fuera superior al 100%, para ejercicios iniciados a partir del 1° de enero de 2018.

En el caso del BCRA, ya debió usarlo en el ejercicio 2020, lo que lo obligó a ajustar su ganancia de $1,13 billones a $522.500 millones, aunque mantenía un remanente de años anteriores que elevaron el beneficio acumulado a los $790,2 millones, saldo girado en casi su totalidad (salvo la reserva legal del 5%) al fisco para financiar el déficit.
«Fue tras la modificación del Manual de Políticas Contables, realizada para adecuar la aplicación del ajuste por inflación a lo dispuesto por el BCRA para las entidades financieras.

Entonces se analizó la normativa contable aplicable en la materia y se siguió el método de cálculo determinado por la resolución técnica N° 6, aprobada por el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de CABA», explicaron en el BCRA, aunque sin aportar comentarios sobre el resultado del balance.

Por lo pronto, el resultado del ejercicio 2021 confirma lo que la nacion venía anticipando: el Central ya no podrá auxiliar al Gobierno con nuevos giros de utilidades este año, un recurso por el que había asistido a la administración Fernández en casi $2,4 billones en el bienio 2020/21.

Sin una de las ruedas de auxilio

«Es el principal dato, que el balance anual conocido en estos días terminó de confirmar. Con la pérdida contable reportada y las ganancias anteriores ya agotadas, este año no queda ningún espacio para girar utilidades al Tesoro», observó el economista Adrián Yarde Buller.

Esto implica que el margen legal que tendrá el BCRA para financiar al Tesoro con emisión este año estará atado al límite a los adelantos transitorios (AT) que fija su Carta Orgánica, y surge de la suma entre el 12% de la base monetaria y el 20% de los recursos en efectivo obtenidos por el Gobierno en los últimos 12 meses.

Dichos créditos, que superan ya los $2,5 billones, «podrían estirarse hasta los $3,8 billones», calculó Facimex Valores, aunque de hacerlo incumpliría la meta clave para sostener el acuerdo con el FMI, que fija un tope al financiamiento por esta vía de 1% del PBI, en torno a $3 billones.
Los números no hacen más que justificar el recelo que en el mundo y entre los argentinos hay hacia el peso, una moneda que no deja de perder valor, entre otras cosas, por la desconfianza que genera la situación del BCRA, que vuelve a mostrarse empobrecido y endeudado.

Cotización

El detalla del balance deja ver una reducción del 39% (de $2,677 billones a $1,636 billones) en las ganancias por diferencias de cotización, clave para que el resultado financiero neto caiga de $1,7 billones a solo $156.000 millones en un año.

Es el costo que asumió por retrasar el tipo de cambio oficial en un intento por ponerle límite a la inflación que, igualmente, terminó el año en 50,9%, aunque la cotización del dólar apenas subió 22 por ciento.
Y da cuenta de una nueva suba en el costo por mandar a hacer y emitir billetes nuevos, que se multiplicó por tres en la actual gestión: es un gasto que estaba en el orden de los $5400 millones en 2019 y llegó a los $16.105 millones el año pasado, dato que hace menos comprensible aún la reciente decisión de avanzar en la puesta en circulación de una nueva familia de billetes.

Además, deja a la vista un nuevo crecimiento del déficit cuasifiscal, «que pasó de representar 3,1% del PBI en 2020 a 3,4% en 2021, pese a la fuerte expansión que tuvo la economía y a la vigencia de tasas reales muy negativas (porque el BCRA migró parte de sus Leliq hacia pases pasivos, por los que paga menos), lo que refleja el fuerte aumento que experimentó su deuda producto de la esterilización monetaria», destaca Yarde Buller.

Fuente: La Nación