Dólar: La preocupación de inversores y analistas está en los efectos sobre la economía real

Dólar: La preocupación de inversores y analistas está en los efectos sobre la economía real

Nuevas restricciones consolidaron distintos tipos de mercados y las brechas distorsionan una economía frágil.

Precios para todos los gustos. Según el mercado y el tipo de bono que se utilice, surgirá una cotización distinta para el dólar.

Mientras el mercado continúa digiriendo el nuevo paquete de restricciones que anunció el Gobierno esta semana, la preocupación de inversores y analistas está puesta en los efectos que puedan tener en la economía real a partir de una ampliación de las distintas brechas cambiarias, que sumen más distorsiones en los precios.

Aunque las nuevas restricciones impulsadas por el Gobierno esta semana no generaron la existencia de nuevos tipos de cambios, sí consolidaron un desdoblamiento dentro del segmento financiero de las cotizaciones, una tendencia que se veía desde algunos meses atrás y que se profundizará de ahora en más, al regir una limitación para dolarizarse mediante bonos Ley Argentina.

Así, mientras el Gobierno refuerza el cepo, se bifurcan las brechas cambiarias: ya no existe unicamente una distancia entre la cotización oficial y la informal del blue, sino que también aparece la del oficial contra el «contado con liqui de pantalla», contra el dólar MEP, que pese a las limitaciones seguirá siendo utilizado por los minoristas como una forma de hacerse de dólares «legales» y a un menor precio que el del blue.

A estas, ya conocidas, se le suman la brecha entre el oficial y el dólar contado con liqui «libre», o dólar senebi, y también con las otras cotizaciones «libres» dentro de la bolsa, como las que surgen de la compra y venta de Cedears o de acciones argentinas en Wall Street.

Brecha

Mientras que la brecha entre el blue y el oficial cedió levemente esta semana, para terminar en 86,9%; en tanto, la distancia entre el mayorista y el contado con liquidación intervenido por el Central es de 78,4%, pero se estira hasta el 80% si se toma como referencia el Global 30 para hacer esta operación de compra de dólares.

En tanto, la brecha entre el oficial y el Senebi, un tipo de cambio por fuera de la rueda que surge del precio que pactan dos jugadores para dolarizarse,

trepa hasta el 93,5%. Y, si se toma en cuenta el cierre del contado con liquidación contra Adrs de este jueves, la diferencia entre ambas cotizaciones es de casi 96%.

«Hasta el momento la brecha y el número de reservas solo apuntaban a la cuenta financiera, “a la dolarización”, sin poner el foco explícitamente en las

dificultades que esto trae sobre el comercio. Con una cuenta corriente que se note ‘intervenida’ es difícil sostener la idea de que el tipo de cambio real se encuentra en un nivel adecuado», advirtieron en la consultora LCG.

Reducir la brecha

«Subir el piso y bajar el techo para reducir la brecha empieza a ser entonces la alternativa más plausible para atacar al diferencial cambiario», advirtieron los economistas. Convalidar una suba del tipo de cambio oficial para achicar la brecha cambiaria «desde el piso», trae aparejado un potencial riesgo de traslado a precios, lo que en un contexto de alta inflación persistente como el que vive el país parece un camino que el Gobierno no podría darse el lujo de explorar.

Sin embargo, las distorsiones que traen aparejadas a la economía la existencia de múltiples brechas parecen ser un problema del que, antes o después, el Gobierno estará obligado a resolver. Pablo Repetto, de GRA Consultora señaló: «A mediano plazo es insostenible seguir con esquemas que permiten brechas tan altas, son esquemas altamente distorsivos que dificultan la posibilidad de conseguir una macro estable».

Para el economista, ordenar las bifurcaciones cambiarias será clave para alcanzar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. «Si van a un acuerdo con el FMI van a tener que ordenar el esquema porque de lo contrario no puede plasmarse un programa consistente», dijo.

Fuente: Clarín