Después de la dura derrota, el oficialismo muestra sus tensiones internas, con Economía en el foco

Después de la dura derrota, el oficialismo muestra sus tensiones internas, con Economía en el foco

El oficialismo está sacudido por la dura derrota en las PASO. Discute cómo encarar los dos meses que se abren ahora hasta las elecciones legislativas de noviembre, busca algunas líneas de acción para el difícil objetivo de recuperar terreno. Y en este arranque de semana impensado, muestra fuertes tensiones internas y trasciende que el principal foco está colocado en el área económica.

Esas primeras reacciones dicen que la vacunación y otros escenarios pasan a segundo plano. En medio de críticas indisimuladas desde el kirchnerismo duro, el Gobierno comunica a través de sus voceros la intención de avanzar rápidamente con se señales dirigidas a la “reactivación económica”, sin muchas precisiones.

Ese señalamiento sobre el área económica refiere a las internas, incrementadas por una derrota nacional de extensión e impacto no imaginados. Alberto Fernández ya compartió acto y reuniones con Martín Guzmán y con Matías Kulfas. Sobre ellos, en ese orden, recaen los mayores cuestionamientos de Cristina Fernández de Kirchner.

La situación de esos dos ministros está anudada a una pulseada mayor por el Gabinete. No se discute si habrá cambios, sino el momento y la profundidad de la medida. El Presidente quiere mantener a sus funcionarios hasta después de los comicios del 14 de noviembre y el kirchnerismo duro preferiría adelantar la modificación. Se juega la próxima elección, y también el modo de encarar los dos años de gestión que restan.

En ese contexto, los movimientos del día después de la derrota mostraron antes que nada las fisuras en el interior del oficialismo. Cada sector del Frente de Todos mantuvo reuniones por separado para analizar el impacto de la derrota y delinear alguna primera respuesta.

El Presidente buscó dar un mensaje de preservación de su equipo, luego de haber quedado como principal responsable de la caída electoral, en el acto oficialista del domingo por la noche. Estuvo reunido con los funcionarios más cercanos, comenzando por Santiago Cafiero y los ministros Gabriel Katopodis y Juan Zabaleta. Compartió acto con Guzmán y Kulfas, y contactos con otros funcionarios y algún candidato.

Desde el Senado, en paralelo, se dejaba trascender que Cristina Kirchner se había reunido con el ministro Eduardo Wado de Pedro, Máximo Kirchner y Axel Kicillof.

Por su parte, Sergio Massa buscaba afirmar el frente electoral en contactos con gobernadores y referentes locales. En la trasnoche del domingo, ya había conversado con Máximo Kirchner y Wado de Pedro.

Esa fragmentación de encuentros tuvo como ejes la reacción del Gobierno frente a la derrota del domingo y  la necesidad de trazar un camino hacia noviembre. Por supuesto, también los tiempos y dimensión de cambios de gabinete.

            El panorama legislativo que proyecta la definición de las PASO es complejo para el oficialismo. Quedó en discusión la mayoría propia en el Senado y la posibilidad de sostener posiciones en Diputados. Esa es también una preocupación para Kicillof. Si se repiten las cifras de las primarias, el próximo turno electoral clausuraría la esperanza de mejorar posiciones del oficialismo, especialmente en el Senado provincial, con mayoría de Juntos por el Cambio.