Desarrolladores inmobiliarios van a la caza de los inversores que quieren dolarizar sus pesos

El sistema de construcción desde el pozo, con cuotas en moneda local vuelve a recobrar protagonismo. En los últimos veinte meses, los costos cayeron 51%, pasando de los US$1.188 a los US$578 por m2

Las restricciones que hoy tienen los argentinos para comprar dólares por la vía legal comienza a cambiar la lógica del negocio inmobiliario.

En ese contexto, los desarrolladores comienzan a buscar la llave que les garantice tener un 2020 con cierta actividad. «El pozo hoy es la única opción. Hay que comprar en pesos y en cuotas. Yo hablo del ‘inversumidor’: un inversor con cabeza de consumidor final. Va comprando en cuotas a medida que avanza la obra. El costo de construcción bajó, así que esa va a ser la oportunidad. Y ni hablar para los que ya tienen los dólares», Gustavo Ortolá, Presidente de GO Real Estate. En los últimos veinte meses, los costos para construir cayeron 51%, pasando de los US$1.188 por m2 a los US$578″.

Federico Rosbaco, Presidente de la desarrolladora Rosbaco Partners, asegura que «para aquellas personas que tengan un excedente en pesos, es una excelente opción para canalizar las inversiones y una manera de dolarizar la cartera y ganarle a la inflación».

En la misma línea, Enrique Rebaudengo, socio fundador de CoVacations y Modus Inmobiliaria, coincide con su colega en que «se vuelve atractivo invertir en pesos en el mercado inmobiliario hoy, sobre todo como una medida «defensiva». Parece ser la única forma inmediata y accesible de dolarizar los pesos a través del metro cuadrado».

Para Ricardo Orlando, Presidente de Kuan Desarrollos, la inversión en pesos se vuelve más atractiva ya que «muchos están optando por sacar la plata que tenían en los bancos en distintas formas (caja fuerte, plazo fijos e inversiones financieras) y volcarlas a proyectos de inversión inmobiliaria por un tema de seguridad principalmente».

Rosbaco, por su parte, cree que «habrá una oportunidad, una vez que arranque la economía, de captar clientes que estén posicionados o tengan excedente en pesos, y para otros que ya estaban en dólares y que hoy no tienen suficientes alternativas de inversión. En ese sentido sabemos que es un sector que siempre dio respuestas a los vaivenes de la economía».

Rebaudengo opina que la situación es ideal para las propuestas novedosas que permiten inversiones bajas: «Es una oportunidad para desarrolladores que cuenten con trayectoria y respaldo, para captar inversores. Sobre todo desde el formato «fractional». Es una oportunidad para el micro-inversor que puede dolarizar sus pesos en metros cuadrados, tratándose de una inversión inteligente porque es vacacional, se puede usar, poner a la venta e inclusa canjear por vacaciones en otros destinos».

A diferencia del «tiempo compartido», el sistema «fractional» se trata de la adquisición de una propiedad y por lo tanto de una operación inmobiliaria. Se puede escriturar y se realiza a través de un fideicomiso, con todas las garantías y posibilidades que un inmueble ofrece: reventa, alquiler, enajenación fiduciaria y transmisión a herederos. Quien adquiere una fracción se convierte en dueño en copropiedad de un bien inmueble, que le permite usarlo en los tiempos convenidos y, además, recibir las utilidades que su renta genere.

Otro punto a tener en cuenta, es si el costo de los desarrollos se mantendrá en pesos en línea con el llamado dólar «solidario» o con el «blue». «Suponemos que el costo va a estar más en línea con el contado con liqui (que se asemeja al dólar blue) que al dólar oficial. Si bien la mano de obra viene atrasada respecto de este, la mayoría de los materiales siguen al dólar blue o el contado con liqui. Sin contar que los terrenos hay que pagarlos en dólar billete y constituyen entre 30% y 40% del costo del emprendimiento. Por todo ello la mano de obra tiene menos influencia en dólares respecto del resto de los materiales y/o insumos como puede ser un terreno».

Sobre este punto, Rosbaco opina que «si bien en lo inmediato hubo una baja en el costo de construcción medido en dólares, con el aumento del dólar post PASO creemos que el costo se va a ir equiparando al valor del dólar, y seguramente se mantenga en línea en ese sentido».

En opinión de Rebaudengo, «las inversiones inmobiliarias siempre se expresan en dólares y en el dólar blue o dólar «calle». Hay que estar atentos a ver  como impactará el de exportación que imaginamos estará en línea con el blue. Si esta situación continúa, las inversiones inmobiliarias en dólares deberían bajar».

El Presidente de Rosbaco Partners asegura que «después de las PASO hubo muchas consultas, algunas se fueron cerrando y hoy, con el gobierno conformado, se están concretando muchas de esas operaciones que habían quedado congeladas por la incertidumbre política. Asimismo, después del anuncio de las medidas, vemos mayor cantidad de consultas, se acrecentó significativamente el número. Creemos que es un muy buen momento para que la gente se anime a concretar operaciones, es una manera de dolarizar la cartera y resguardar valor».

Algo similar observa el titular de Kuan Desarrollos para quién «las consultas vienen aumentando desde las elecciones por varias razones pero no tanto por el impuesto sino por el fin de la incertidumbre del año electoral. Desde que se anunció el impuesto bajaron un poco como ocurre siempre que se mueve el dólar».

Por último, Rebaudengo considera que en su caso no notan una variación en las consultas «debido a que es un mercado que de por sí ya se encuentra deprimido, por tratarse de un año electoral y por la época del año».

Fuente: BAE Negocios