Del níquel al café pasando por el petróleo, la escasez da alas a las materias primas

Del níquel al café pasando por el petróleo, la escasez da alas a las materias primas

Sus índices se anotan alzas superiores al 10% este año, hasta nuevos máximos, frente a las turbulencias de las Bolsas

La escasez se ha convertido en la gran aliada de las materias primas, que este año siguen con fuertes subidas, lejos de los temores y la volatilidad que se cotizan día a día en los mercados de acciones. Los índices S&P GSCI y el Bloomberg Commodity Index –que recogen todo tipo de materias primas desde la energía a los alimentos, pasando por los metales básicos y los preciosos– registran una revalorización del 13%, renovando máximos históricos y después de un 2021 también brillante en ganancias. El petróleo Brent con un 20% de subida, el aluminio (+16,4%), el níquel (+15%) o la soja (+20,5%) y el café (+8%) se sitúan ente los de comportamiento más alcista en el año.

Del níquel al café pasando por el petróleo

El experto del banco estadounidense Goldman Sachs en materias primas, Jeff Currie, declaraba recientemente que en sus 30 años de profesión nunca se había encontrado con una situación similar de falta de inventarios y productos en el mercado, que obliga a los compradores a pagar primas extraordinarias para lograr un suministro inmediato.

Asimismo, Daniel Sullivan, director de recursos naturales y gestor de carteras en Janus Henderson explica que la abundante liquidez mundial y las numerosas interrupciones del suministro (cortes de energía, cuellos de botella en el transporte, cierres de centros de producción por Covid-19, huelgas…) han llevado a muchas materias primas a máximos de más de una década.

¿Continuará esta tendencia? Goldman Sachs prevé en un reciente informe una fase de acaparamiento de materias primas para este mismo verano. En este periodo se construirán inventarios preventivos ante la percepción de que estas materias primas no llegan en suficiente cantidad. Esto explica para el banco estadounidense la prolongación de las actuales tensiones en los precios. Ahora mismo estaríamos aún en la fase de escasez que comenzó en septiembre de 2021.

A la falta de suministros le seguirá a partir de verano otra fase de acaparamiento que garantiza demanda por años

El consenso de los analistas apunta a que las alzas en las materias primas continuarán durante este año, aunque sin perder de vista escenarios como la vuelta de Irán al mercado mundial del petróleo, los efectos de sanciones a Rusia –gran proveedor mundial de materias primas– ante un posible conflicto con Ucrania, o la estrategia de China en el impulso de su economía, entre otros. Decisiva es también la marcha de los precios energéticos en su doble vertiente de marcar el camino para el resto de materias primas mundiales y como factor clave del encarecimiento de estos bienes tanto en su producción como en su transformación.

“Los problemas de producción existen”, recoge un reciente análisis de Bank of America (Bofa), que añade: “las metalúrgicas europeas o chinas han recortado la producción debido al aumento de los precios de la electricidad, y también a problemas de emisiones en el gigante asiático”. Y concluyen, haciendo hincapié también en el acaparamiento: “estimamos que la reposición de existencias podría agregar entre un 2% y un 8% al crecimiento de la demanda de materias primas en los próximos años. Para poner esto en contexto, el crecimiento promedio de la demanda de cobre ha sido un poco más del 2% en la última década”.

No menos importante en esta ecuación de un mercado alcista es la evolución del dólar en el que se negocian estos bienes. Para muchos expertos, el billete verde se podría debilitar a lo largo del año, dando más argumentos alcistas al propio petróleo, el café, el cobre o el oro…

Según Goldman, rara vez se ha visto una ocasión tan clara para comprar ‘commodities’

Además, también en una comparativa con el mundo financiero, las materias primas salen victoriosas como activo de inversión. Goldman Sachs se muestra, incluso, entusiasta: “Rara vez hemos visto un momento más idóneo para agregar commodities a una cartera, como cobertura contra la inflación, riesgos geopolíticos y entornos de mercado potencialmente hostiles. A diferencia de los mercados financieros, los fundamentos del mercado físico están desprovistos de expectativas. Futuras subidas de tipos de 50 puntos básicos o de 100 no afectan a los activos al contado como las materias primas, que valoran lo que sucede hoy, no mañana”. Desde este banco apuntan a rendimientos del 11,5% para el índice Bloomberg Commodity del 14,4% para el S&P GSCI a un año vista.

Petróleo

El banco japonés MUFG recoge en un reciente informe que las negociaciones sobre una vuelta de Irán al mercado son un punto clave, aunque no determinante en los precios del crudo. “Los inventarios siguen reduciéndose, la producción de la OPEP+ parece haber quedado por debajo de la cuota en enero y la demanda muestra fortaleza. Por ello, reiteramos nuestras expectativas alcistas para el Brent con un promedio de 96 dólares el barril para ese año y de 112 dólares para 2023”. La propia Agencia Internacional de la Energía (AIE) indicó hace unos días que “si continúa la brecha persistente entre la producción de la OPEP y sus niveles objetivo, aumentarán las tensiones de suministro, lo que elevará la probabilidad de una mayor volatilidad y una presión alcista sobre los precios”.

Aluminio

Los precios han subido casi un 25% desde mediados de diciembre, superando los 3.200 dólares por tonelada y acercándose a los niveles alcanzados en 2008. Bank of America espera que en el verano alcance los 4.000 dólares por tonelada, aunque “el reinicio de la capacidad cerrada temporalmente en China puedenconducir a un retroceso en los precios”. Carsten Menke, director de investigación del banco suizo Julius Baer, ve en los problemas geopolíticos de Rusia un elemento de fuerte alza en los precios de este producto si las tensiones terminan en sanciones contra este gran exportador.

Cobre

Para BofA, la oferta de este mineral también ha enfrentado vientos en contra. De hecho, la producción de Chile cayó en un 1 % interanual en 2021, mientras que la de Perú ha estado rondando solo el promedio de varios años, “por lo que vemos un mayor aumento de los precios a mediados de este 2022”. Las existencias de cobre en las principales bolsas de productos básicos se sitúan en poco más de 400.000 toneladas, lo que representa menos de una semana de consumo mundial. Otro argumento para apoyar futuras alzas de una materia prima muy preciada en el sector tecnológico.

Agrícolas

Las materias primas agrícolas han subido el 7% en lo que va de año después de apuntarse una revalorización del 29% el pasado ejercicio. Este año destacan las alzas en soja y café. MUFG incide en el impulso de la soja en detrimento del aceite de palma. Este banco espera precios más moderados este año por una climatología más benigna en Latinoamérica y Estados Unidos, aunque existe incertidumbre sobre el azúcar y el café por los riesgos climáticos de La Niña en Brasil, lo que provocará más volatilidad en los precios.

Oro y metales preciosos

Desde Julius Baer apuntan que “a menos que se produzca una escalada militar en Ucrania, no esperamos una compra generalizada de oro por parte de buscadores de refugio seguro” También el japonés MUFG espera unos precios moderados que promedien en torno a los 1.753 dólares la onza a lo largo del año para terminar en los 1.694 dólares la onza.

Pero las previsiones son distintas para BofA, que espera que el brillante metal alcance este año un promedio de 1.925 dólares por onza (actualmente cotiza a 1.900). Considera que los bancos centrales siguen siendo compradores netos de oro, mientras el bitcoin se desploma. “Los países de mercados emergentes tienen un margen significativo para nuevas compras de oro, después del reciente fiasco de las criptomonedas en El Salvador. El oro es una cobertura tanto para los inversores como para los bancos centrales de estas economías”, concluye. Goldman cree que ha llegado la hora de comprar el que considera el activo real más defensivo, el oro, al que califica como una “cobertura de inflación libre de riesgo”. También recuerda que “el oro sube durante las subidas de tipos”.

Por último, Benjamin Louvet, gestor del fondo OFI Financial Investments Precious Metals, uno de los más representativos de la inversión en commodities, indica que 2021 ha sido un mal año para los metales preciosos de uso industrial, afectados por los problemas en las cadenas de suministro (platino y paladio); y por el cambio de sesgo hacia el endurecimiento monetario por parte de la Fed en los metales que representan un activo refugio para los inversores (oro y plata).

Sin embargo, “las perspectivas para 2022 son favorables, tanto por el potencial de mayor consumo de los metales industriales dado su creciente uso en la transición energética, así como por las expectativas de subidas de tipos a niveles menores de la inflación”, concluye. En unos mercados muy volátiles y con pocas opciones de rentabilidad más allá de la Bolsa las materias primas reclaman su lugar en las carteras de inversión, no solo en las más atrevidas sino también en las conservadoras.

Inversión vía fondos y acciones

Bolsa. Una forma directa de aprovechar el buen comportamiento de las materias primas es adquiriendo acciones de empresas ligadas a su evolución. Caso de las petroleras, la acereras o mineras, entre otras, con revalorizaciones muy importantes el pasado año.

Fondos. La forma más sencilla y diversificada para acceder a las materias primas son los fondos de inversión. Destaca el Morgan Stanley RADAR ex Agriculture con una subida del 24% en el año, seguido por el Vontobel Fund – Commodity, que gana el 14% o el Schroder International Selection Fund Commodity A Accumulation PLN Hedged, con el 13,81% en poco más de mes y medio. En general, los fondos de materias primas se dividen en globales que recogen toda la gama, aquellos especializados en metales precios y también los que centran sus inversiones en metales básicos.

Fuente:  Cinco Días, ES