Decisión política: el Gobierno busca cerrar la pulseada educativa y avala la vuela a clases presenciales

Decisión política: el Gobierno busca cerrar la pulseada educativa y avala la vuela a clases presenciales

Alberto Fernández dio vuelta a la página del debate en torno a la vuelta a las aulas. Fue una decisión política antes que sanitaria. El Presidente encabezó la reunión del Consejo Federal de Educación que dispuso el inicio de las clases presenciales cuidadas en todo el. país. De ese modo, el Gobierno salió a responder la campaña por el inicio del ciclo lectivo, con eje en la oposición, a la espera de recomponer su plan de vacunación, que difícilmente alcance a los docentes en el plazo inmediato.

“Volver a clase esta vez no tiene las características de un día de marzo cualquiera, es volver a clase llenos de cuidados, preservando la distancia y la cercanía de docentes y alumnos, y priorizando a la salud de los docentes, a quienes debemos ayudar en su vacunación lo antes posible”, afirmó el Presidente, acompañado por el ministro de Educación, Nicolás Trotta.

En su mensaje ante los ministros de Educación de todas las jurisdicciones, Alberto Fernández agregó: “Una sociedad que retrasa su calidad educativa, es una sociedad que, en estos tiempos, poco a poco, se va quedando al margen del mundo y una sociedad que desarrolla la inteligencia a través de la educación es una sociedad que tiene una posibilidad de avanzar a pasos agigantados”.

También destacó como un verdadero desafío tratar de recuperar este año lo perdido en el 2020. Pareció un modo de dejar atrás el debate y las peleas políticas, especialmente con la gestión de Horacio Rodríguez Larreta, sobre el regreso a las clases, con los cuidados que impone el distanciamiento social.

El Consejo Federal de Educación ratificó que las clases iniciarán en todos los niveles obligatorios y modalidades en las fechas fijadas en el calendario escolar de cada jurisdicción bajo cualquiera de las formas de escolarización, sea ésta presencial, no presencial, o combinada.

Fuentes oficiales sostenían que sería habilitada la “presencialidad cuidada” una vez que comenzaran a ser vacunados maestros, profesores y personal administrativo del sistema educativo. Los contratiempos con la llegada de vacunas complicaron esa decisión. De ese modo, se esperaba hacer coincidir un logro entendido como propio, la vacunación, con una demanda que se les había ido de las manos, la vuelta a clases. Finalmente, se resolvió habilitar el calendario sin aguardar el avance del programa de vacunación.