Crece la competencia entre bancos por los préstamos personales

(Clarín, por Damian Kantor) – El sistema financiero está en ebullición. Bancos públicos y privados ajustan tasas, montos máximos y plazos para mejorar la oferta en sus líneas de préstamos personales, considerados como uno de los productos estrella del año junto con las hipotecas.
En el primer semestre del año, “el volumen de préstamos acumulados es de $277.692 millones, representando un crecimiento interanual del 56,54% (muy por encima de la inflación)”, indica un estudio del grupo First basado en estadísticas del BCRA. La cifra incluye a la financiación con tarjetas, los directos y los prendarios
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La recuperación del crédito personal es vigoroso, pero “aún representa el 13% del PBI, el nivel más bajo de toda la región”, dice el presidente del Banco Ciudad, Javier Ortíz Batalla. Por caso, en Paraguay y Bolivia la relación crédito/PBI es del 42% y en Chile llega al 79%. Son los costos de la crónica inestabilidad económica de la Argentina.
Igual, en el marco actual, la colocación de dinero para el consumo crece pero viene desde muy abajo, por lo cual todavía tiene un techo muy alto, razonan en el mercado. “El año pasado veníamos colocando $70 millones por mes y hoy estamos en $250”, dice Guillermo Jejcic, director de Producto de Banco Itaú.
Para la banca privada, el otorgamiento de créditos es “un buen anclaje del cliente, una herramienta de fidelización”, añade. Tal como ocurrió anteriormente con las promociones con tarjetas, los préstamos al consumo incluyen la compra de varios productos asociados: tarjetas, seguros, caja de ahorro y opciones de inversión, como plazos fijos y fondos comunes de inversión. “En la actualidad, el crédito promedio es de $85.000 a 42 meses”, evalúa Jejcic.
Los bancos aseguran que la baja de la inflación propicia la movida. “Hay dos factores clave: por un lado, la demanda postergada de bienes durables. Y por otro, la necesidad de los bancos de volcar excedentes de liquidez en un segmento rentable”, señala Ortíz Batalla. La mayor oferta de crédito, precisamente, está impactando en el consumo de productos durables, como motos (49,4%), autos (31,4%), viajes al exterior (13,2%) y materiales para la construcción (3,9%).
En el mercado de préstamos al consumo, el Banco Provincia y el Ciudad son los que lideran. Sin ir más lejos y en sintonía con el inicio de la campaña electoral, el Ciudad lanzó la semana pasada una línea de créditos personales UVA, tal como hizo meses atrás el Provincia.
El UVA fue creado para otorgar hipotecas (adoptado por casi todos los bancos privados) y es una fórmula que indexa las deudas por inflación más una tasa fija. Y permite bajar las cuotas iniciales, estirar los plazos y ampliar los montos.
“Un préstamo de $100.000, por ejemplo, a 72 meses, por UVA tiene una cuota inicial de $1.945, contra los $5.200 de uno tradicional”, sentenció Ortíz Batalla. El Provincia, por caso, cobra una tasa fija del 8 al 10% más inflación, mientras que las entidades privadas (en promedio) cobran una tasa del 35% anual.
Las tasas varían según la entidad y el tipo de crédito. Según el BCRA, la tasa promedio en junio para los préstamos personales es de 37,55%. Pero lo que el deudor paga efectivamente es el CFT (Costo Financiero Total), un índice variable que incluye gastos de otorgamiento y administrativos, seguro de vida y el IVA.
Además, cada entidad determina condiciones y beneficios para cada persona. Por ejemplo, si es cliente o no, si tiene buenos antecedentes financieros o si dejó alguna deuda impaga. Así las cosas, el abanico de posibilidades es tan amplio que el CFT (lo que efectivamente se paga) puede duplicar largamente la tasa nominal.
“El costo de financiamiento no tiene mucha influencia. La gente se fija más en las ganas de tener un producto y en el valor de la cuota que en los costos financieros y los impuestos”, interpreta Guillermo Barbero, de la consultora First. Este experto, por otro lado, opina que para los bancos, los préstamos personales son más rentables y más fáciles de administrar. “Con las empresas hay más competencia, se analizan más las tasas y las mejores alternativas”, dice.
El Bapro cuenta con líneas de crédito a tasa fija de hasta 72 meses por un monto máximo de $1,5 millones y también UVA para la compra de autos y motos, con un plazo de hasta 48 meses. “De enero a junio se colocaron 309.050 préstamos tradicionales por un monto promedio de $57.600. Y otros 24.202 créditos UVA (casi todo para la compra de coches), por $195.000 en promedio”, dijeron.
El Ciudad lanzó el jueves pasado una línea de créditos UVA y en su primer día de vigencia el sitio web de la entidad recibió 8.777 consultas. “Esto es un 544% de las que se recibían habitualmente”, dijo Ortíz Batalla.
“Desde hace un año venimos creciendo a un ritmo de 6% mensual. El préstamo promedio es de $75.000 y los canales de colocación de préstamos están repartidos entre sucursales y online, 40% respectivamente. El resto es venta telefónica o promociones en supermercados”, señala Nicolás Rojas, gerente de Producto del Galicia. Con respecto al auge de colocación de préstamos al consumo, Rojas dice que eso insume “mucha fuerza comercial de todos los bancos”. ¿Las razones? “Es un producto más rentable y hay mucha demanda. Y la fidelización. Con un préstamo, el cliente se queda más tiempo”, explicó.
A todo esto se suma la reactivación y adecuación del plan “Ahora 12” reactivado tras el fallido programa Precios Transparentes. Desde abril y para reactivar el consumo, sobre todo en rubros puntuales muy golpeados por la recesión (indumentaria, calzado y marroquinería), el Gobierno lanzó planes en 3 y 6 cuotas sin interés. Y sumaron otros segmentos y fechas clave (Feria del Libro, el Día del Niño y materiales para la construcción).
“Estábamos muy retrasados con el tema financiamiento y también en bancarización. Por lo cual los créditos personales tiene todavía un techo muy alto para crecer en la Argentina”, concluyó Rojas, del Galicia.