Ford suspende su producción en el país

Ford suspende su producción en el país

Es la segunda terminal que paraliza su actividad en el país. La planta de Pacheco estará inactiva del 25 de marzo al 6 de abril. El óvalo emplea a 2800 personas, de las cuales 2000 están afectadas directamente a la actividad fabril

El coronavirus ya contagia a las automotrices argentinas. Mientras las terminales locales buscaban la forma de cumplir con el mandato del Gobierno y sostener la producción hasta cuando pudieran, la resolución del potencial conflicto llegó desde afuera. Al menos, para una de ellas. La estadounidense Ford anunció que suspenderá su producción en América del Sur por el avance de la pandemia.

En el país, el óvalo tiene 2800 empleados. Entre administrativos y operarios de planta, los involucrados en la producción son unos 2000. Ya desde el lunes, la mayoría del personal white-collar estaba trabajando en forma remota.

Ford es la segunda terminal local que paraliza su actividad. El miércoles, General Motors había informado que frenará la actividad de su planta en General Alvear, Santa Fe, hasta el 31 de marzo. Aunque, en su caso, aclaró que anticipó una interrupción productiva ya consensuada con el Sindicato de Mecánicos (Smata), por su menor nivel de trabajo.

Ford y GM ya habían anunciado que suspenderían su producción en América del Norte hasta el 30 de marzo.

«Ford suspenderá temporalmente la producción en sus plantas en Brasil –Camacari (Bahia), Taubaté (San Pablo) y Troller en Horizonte (Ceará)– y en la de Argentina (General Pacheco), en respuesta al creciente impacto del coronavirus en América del Sur», informó la empresa, a través de un comunicado.

«Esta acción, la cual será efectiva a partir del 23 de marzo en Brasil y del 25 de marzo en la Argentina, tiene como objetivo especial mantener a los empleados seguros y ayudar a limitar la propagación del virus, así como también, a ajustar los volúmenes de producción a la menor demanda de los consumidores, debido a esta situación sin precedentes», agregó la empresa.

«Desde el comienzo del brote, Ford tomó todas las medidas posibles para minimizar el impacto del coronavirus, incluyendo solicitar a todos los empleados que trabajen de forma remota, salvo aquellos que estén realizando un trabajo crítico para el negocio y que requieran estar en el lugar de trabajo, limitando los visitantes a las plantas y aumentando la frecuencia de limpieza en las instalaciones de la empresa, entre otras medidas», añadió.

«Esta acción ayudará, también, a reducir el riesgo de propagación del coronavirus, maximizando al mismo tiempo la salud de nuestro negocio durante este momento difícil para toda la economía», dijo Lyle Watters, presidente de Ford Sudamérica.

La suspensión temporal de las plantas brasileñas será del 23 de marzo al 13 de abril. En tanto, en Pacheco, el shut-down será del 25 de marzo al 6 de abril.

La planta local de Ford produce la pick-up RangerOpera a dos turnos y, el año pasado, su producción estuvo en torno a las 40.000 unidades. Para 2020, antes del estallido de la crisis dle coronavirus, proyectaba que, por la mejor demanda de Brasil -la filial exporta el 70% de su producción-, su volumen no sería inferior al de 2019. Esto le permitió planificar actividad para todos los días hábiles del año, sin suspensiones.

No se informó oficialmente. Pero la empresa está en diálogo con Smata para definir qué ocurrirá con los sueldos de los operarios mientras dure la suspensión de la planta.

En términos generales, todas las fábricas locales de vehículos planearon un año mejor, con su producción estabilizada. En 2019, la producción local de vehículos cayó más de 32 por ciento, a 314.787, nivel más bajo desde 2004, según datos de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa).

Gabriel López, CEO de Ford, también es el presidente de Adefa.

En las últimas horas, las fábricas se manejaban en un camino sinuoso y con densa niebla. Por un lado, porque intentaban sostener, hasta cuando pudieran, el mandato del Gobierno de mantener la producción. Algo para lo cual contaban con los dos gremios principales del sector, Smata y la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), como aliados.

Sin embargo, la resistencia de las bases -hubo resistencia de los operarios a concurrir a las plantas- y episodios puntuales -empleados que se negaron a tocar mercadería recién llegada de países limítrofes o camiones varados en la frontera- pusieron un enorme signo de interrogación a esa idea. Otra incertidumbre es qué ocurriría entre los proveedores. Si bien las empresas decían tener abastecimiento de insumos, no podían garantizar lo mismo en relación a los autopartistas locales.

De hecho, en las últimas horas, la Cámara de Industriales Metalúrgicos y de Componentes (Cimcc) de Córdoba -donde están radicadas tres fábricas (FCA, Renault y Nissan)- le exigió al Estado herramientas para que el sector no caiga «cierres generalizados y un incremento de la desocupación».

«El sector hoy advierte que sin medidas estatales concretas, en pocas semanas no podrán cumplir con sus obligaciones financieras, lo que complicará aún más la crisis causada por la pandemia. En una situación de fuerza mayor como la que vive el mundo, la producción en Córdoba requiere que se atienda no sólo al sector público sino que se contenga también al privado», manifestó.

Fuente: Cronista