Coronavirus: crece el malestar con gobernadores y el Presidente busca acelerar la compra de vacunas

En medio de las preocupantes cifras de contagios por coronavirus y de malestar con varios gobernadores –opositores y peronistas-, Alberto Fernández decidió sostener un monitoreo permanente de la evolución del virus en cada distrito y demandar, incluso públicamente, mayores restricciones si el cuadro no mejora. En paralelo, acelera las negociaciones para la adquisición de vacunas y hasta un cambio de modalidades para avanzar con el por ahora limitado operativo de vacunaciones.

Fuentes del oficialismo admiten que la idea original de las restricciones nocturnas era más duro y que finalmente se optó por una versión más flexible, ante la resistencia de jefes provinciales e incluso de intendentes, frente a la posible agudización de los problemas económicos y sociales que se arrastran desde el año pasado. Ese alerta también figura en el análisis del ministro Martín Guzmán.

El decreto firmado finalmente establece un par de parámetros a tomar en cuenta para que cada provincia profundice o no las medidas de restricciones sociales. El Presidente quiere que el área de Salud siga con especial atención esos cuadros. Y saldría a confrontar abiertamente con gobernadores si la situación empeora. En su mira se encuentran la Ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Santa Fe y las localidades de la Costa Atlántica.

El malestar de la Casa Rosada es por los límites que impusieron de hecho a las nuevas medidas analizadas por el Gobierno. La Capital prefirió un esquema de menos horas de cese de algunas actividades y no restringió la circulación. Tampoco Mendoza aplica un recorte como el planteado desde la Nación. Pero además de esos mensajes de distritos gobernados por Juntos por el Cambio, decisiones similares fueron tomadas por Córdoba y, con mayor cuidado en el mensaje, Santa Fe, gobernadas por Juan Schiaretti y Omar Perotti.

La inquietud se proyecta en Buenos Aires por el GBA y con los intendentes de localidades más dependientes de la temporada veraniega. El gobernador Axel Kicillof volverá a reunirse con los jefes comunales de los distritos de la Costa Atlántica mañana para evaluar el cuadro.

En paralelo, desde Salud difundieron que se estudia la alternativa de avanzar en una primera etapa con la primera dosis de las vacunas –por ahora, solo la Sputnik V- y estirar lo más posible los plazos para los refuerzos. Espera de ese modo llegar a marzo con una amplia cobertura.

El problema es hasta el momento la compra. Rusia entregó 300 mil dosis y se aguarda igual cantidad de la segunda dosis. Necesitaría asegurarse en breve la efectiva provisión de un mayor número de la primera dosis de la Sputnik V, que se produce fuera de Rusia. Por ahora no hay precisiones.

De todos modos, el Gobierno necesita asegurarse otras vacunas. Están avanzadas las conversaciones con China, luego de una crisis interna en la sede diplomática argentina. Hay negociaciones para intentar destrabar las tratativas con Pfizer. Y se abrió una puerta para la versión de Moderna, mientras se aguarda la de AstraZeneca.