Se decreta el toque de queda nocturno, pero la decisión queda en mano de los gobernadores provinciales

Se decreta el toque de queda nocturno, pero la decisión queda en mano de los gobernadores provinciales

El Gobierno nacional publicará en las próximas horas el decreto que dispone la prohibición de circulación y actividades no esenciales por las noches, entre las 23 y las 6, ante el crecimiento de contagios por coronavirus en todo el país. Alberto Fernández buscó un amplio respaldo político de los gobernadores y el jefe de gobierno porteño. Sin embargo, con el decreto publicado los mandatarios provinciales serán los que elijan cómo implementar las nuevas medidas restrictivas y ya se prevé un acatamiento dispar del DNU presidencial.

La medida surgió por razones sanitarias y al mismo tiempo busca una restricción menor que la larga cuarentena del año pasado, que profundizó la crisis económica y social. Apunta especialmente a no frenar la actividad de la temporada de vacaciones, en la Costa Atlántica y en otras localidades de diferentes provincias que tienen expectativas de recuperación parcial basada en el turismo. En el Ministerio de Economía que conduce Martín Guzmán consideran que un cierre fuerte sería demoledor para la leve recuperación.

Esos dos aspectos, el sanitario y el económico y social, marcaron las conversaciones que el Presidente mantuvo con los jefes provinciales. La mayor preocupación está centrada en la Capital y el Gran Buenos Aires, pero también especialmente en los partidos de la costa. Los mandatarios provinciales con zonas turísticas fuertes no ven factible un freno a la actividad turística, y el anuncio generó serias preocupaciones y críticas del sector gastronómico y de entretenimiento.

Los contactos de Alberto Fernández con el conjunto de los gobernadores fueron realizados luego de una primera evaluación con Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta. Y en paralelo, hubo un encuentro formal y otras conversaciones entre el gobernador bonaerense y los intendentes de los distintos municipios de la Costa Atlántica.

La fórmula del toque de queda nocturno –calificación que el Gobierno buscará evitar por razones políticas- apareció así como una primera medida para evaluar luego si logra frenar el crecimiento de contagios. El cierre de circulación y actividades en el horario referido sería aplicado a nivel nacional, salvo que algunas provincias consideren prematuro la imposición con bajas cifras de expansión del virus.

Habría además restricciones para el transporte público, que sería solo para «esenciales», y se aumentarían los controles para el cumplimiento del protocolo. También, se reducirá la frecuencia de los vuelos internacionales, aunque por ahora se mantendrá el nivel de vuelos de cabotaje. Para los infractores están previstas multas y hasta procesos penales.

En las últimas horas, algunos distritos comenzaron a dar señales de que no acatarán al pie de la letra las «recomendaciones» (como lo llamaron algunos funcionarios) del gobierno nacional. El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no cree que sea pertinente por ahora restringir la circulación y, además, consideran que el del sistema sanitario continua respondiendo bien.

En la Provincia de Buenos Aires había más acuerdo con la propuesta presidencial, pero se analizaba su implementación por municipio de acuerdo a la situación epidemiológica.

Por otra parte, el gobierno peronista de Córdoba decidió continuar con el modelo que ya estaba ejecutando en la provincia, y seguir permitiendo que los restaurantes y bares permanezcan abiertos hasta la 1 de la mañana. Desde el gobierno radical de Mendoza señalaron que el mandatario provincial Rodolfo Suárez considera que la situación epidemiológica está controlada en la provincia y que por ahora no es necesaria la restricción de la circulación nocturna.