Asegura que todavía no puede predecir las consecuencias que tendrá la crisis sanitaria en sus operaciones

La decisión del Gobierno nacional de decretar el aislamiento social obligatorio para frenar el ritmo de avance del coronavirus en nuestro país ante una pandemia que continúa propagándose a toda máquina por el mundo y promete hacer epicentro en breve en el norte de nuestro continente, ya comenzó a impactar en las grandes empresas.

Al parate de las micro, pequeñas y medianas compañías, que ya vienen acusando la crisis desde el inicio mismo del confinamiento, se le suma ahora también el de aquellas que se supone tienen mayor espalda para soportar los embates del freno económico.

En el tercer día hábil de confinamiento, Aluar anunció que llevará a su planta de producción de aluminio en Puerto Madryn al 50% de su capacidad. Según informó a través de un comunicado remitido a Byma, con esta decisión busca priorizar «el cuidado del personal» y dar cumplimiento a las medidas dispuestas por el Gobierno.

El mismo día, Ternium informó que su Centro Industrial San Nicolás se encuentra en un proceso gradual de reducción de su nivel de operación con el mínimo de dotación posible para garantizar el abastecimiento de sectores esenciales como el de alimentos, salud e higiene.

Mientras tanto, la empresa suspendió las operaciones de las plantas de Canning, Haedo, Ensenada, Florencio Varela y Rosario.

Fuente: BAE