Con la designación de Soria, se endurece la confrontación del Gobierno con la Justicia

Con la designación de Soria, se endurece la confrontación del Gobierno con la Justicia

Con la designación de Martín Soria como ministro de Justicia, que Alberto Fernández hará efectiva en las próximas horas, el gobierno nacional se alinea completamente con la estrategia del kirchnerismo duro contra el Poder Judicial. El oficialismo endurecerá la confrontación contra jueces y fiscales.

El Presidente demoró más 10 días, desde que Marcela Losardo le comunicó que no seguiría al frente del Ministerio de Justicia, en tomar la decisión de quién sería su reemplazante. La indefinición presidencial generó tenciones e incertidumbre dentro del Gabinete, especialmente entre los funcionarios más cercanos a Fernández.

Soria, de 45 años, es diputado nacional por la provincia de Río Negro, por el Frente de Todos, tras haber sido intendente de General Roca entre 2011 y 2019. Aunque tuvo enfrentamientos en el pasado con el kirchnerismo y La Cámpora, desde su banca en la Comisión de Justicia, en la de Legislación Penal, Asuntos Constitucionales y de Juicio Político se acercó en el último año y medio al cristinismo, comandado por Máximo Kirchner en la Cámara baja. El rionegrino impulsó denuncia a ex funcionarios macristas y a jueces en la Justicia y el Consejo de la Magistratura, y respaldó públicamente la teoría del lawfare que sostiene la vicepresidenta Cristina Kirchner.

“Toda esta semana se han tomado mucho tiempo en discutir algo innecesario en los medios. Marcela renunció el viernes pasado, por lo que estamos en situación de designar su reemplazante a partir del viernes. De hecho todavía a Marcela no le acepté la renuncia. Hoy almorcé con Martín Soria y e hablé de cuáles son mis expectativas y él aceptó hacerse cargo. Él tiene que renunciar en Diputados, se lo tienen que aceptar, pero va a ser Martín Soria”, dijo ayer el Presidente en una entrevista, al confirmar el nombre del nuevo ministro de Justicia.

Losardo abandonó el cargo sumamente desgastada por las presiones internas y el avance de la ofensiva judicial impulsada por el kirchnerismo duro. Su decisión de abandonar el Ministerio de Justicia se volvió definitiva luego del discurso de Fernández frente a la Asamblea Legislativa, con el que el Presidente demostró públicamente su respaldo al discurso y la estrategia del cristinismo contra la Justicia. Esa línea se completa ahora con un ministro que comparte las visiones de la vicepresidenta.