Con el peso de la interna, el Presidente asiste en Roma a la reunión del G20 y se reúne con Kristalina Georgieva
Con la mirada puesta en la deuda y también en la interna, Alberto Fernández asiste este fin de semana a la reunión del G20, en Roma. La cumbre le permitirá algunas reuniones bilaterales y en particular, retomar la conversación con Kristalina Georgieva. Será un encuentro diferente para el Presidente y también para la titular del FMI, por diversas complicaciones políticas.
Alberto Fernández llega a la cita internacional después de la derrota en las PASO y a dos semanas de las elecciones legislativas. Además, enfrenta un cuadro de tensión interna, marcado por la situación económica y las presiones del kirchnerismo duro, que busca condicionar las negociaciones por la deuda y apunta contra Martín Guzmán.
Este miércoles, el Presidente fue el único orador en el homenaje a Néstor Kirchner, con mensaje central impuesto por La Cámpora. “Primero se crece, después se paga”, fue la consigna. Y el mensaje presidencial mostró dureza a tono con la tribuna. Unos días antes, también el ministro Guzmán había hecho fuertes declaraciones sobre las tratativas con el FMI.
Resultó en conjunto una señal significativa, aunque sea interpretada como parte del juego de la campaña. Eso mismo, además, expresa el clima y las disputas en la primera línea del oficialismo. No escapa a las miradas externas.
El encuentro con la directora gerente del FMI está previsto para mañana. Georgieva también llega en condiciones diferentes a las de los primeros contactos con Alberto Fernández. Viene afectada por el cuestionamiento a su papel en la conducción del Banco Mundial.
El Gobierno insistirá con sus planteos al Fondo, entre ellos el reclamo para que sean eliminadas las sobretasas y flexibilizadas las condiciones que impondría un acuerdo de facilidades extendidas. Con ese objetivo, buscará oxígeno en el ámbito del G20 y en reuniones bilaterales.
Pese al esfuerzo por lograr un encuentro con Joe Biden, desde el Departamento de Estado se dejó saber que no sería posible. Hubo gestiones diversas, las principales a cargo del embajador Jorge Arguello y de Gustavo Beliz. El mensaje de Estados Unidos se resume en la necesidad de que el gobierno argentino presente un programa económico consistente y sostenible para allanar el camino al acuerdo con el FMI.
Fuentes argentinas y del Vaticano descartan que esta vez el papa Francisco conceda una audiencia al Presidente. En cambio, fueron confirmadas reuniones con el presidente de Francia, Emmanuel Macron; con el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y con la saliente canciller alemana, Angela Merkel.
