Con el déficit fiscal en la mira, comienza la temporada alta de recortes de subsidios

Entre enero y abril , se esperan subas en transporte, combustible, luz y gas. Cuáles son -según los analistas- los aspectos más importantes
del plan oficial para alcanzar la meta de 3,2% de déficit este año.
En el día de ayer, el Ministro de Transporte Guillermo Dietrich anunció un nuevo incremento en las tarifas del transporte público. El boleto de tren que actualmente cuesta $2 se incrementará gradualmente hasta $3,25, mientras que el que actualmente cuesta $4 valdrá $6,75 en junio de este año.
Además, la tarifa que hoy pagan los usuarios de colectivos también sufrirá modificaciones. El boleto mínimo pasará también de forma gradual, de $6,0 a $10 ,0 para junio. Por último, la tarifa de subte que se encuentra bajo la órbita del gobierno de la Ciudad pasará desde los $7,5 actuales a $12, 5 en junio.De este modo, los aumentos acumulados para 2018 oscilarán entre 60% y 69%, dependiendo del medio de transporte, lo que dejará casi sin modificaciones los precios relativos entre los distintos tipos de transporte.
A estos incrementos hay que sumarle el aumento en el precio de los combustibles, afectados durante diciembre por el incremento en el petróleo y la depreciación de la moneda local. El barril de crudo viene mostrando una trayectoria alcista casi sin escalas desde mediados de año. El WTI pasó de US$ 42, 53 por barril el 21 de junio a US$ 60,37 al cierre de ayer, marcando un crecimiento de 41,9% en menos de seis meses. En diciembre el avance fue de 5, 2 %, por lo que se espera que el incremento en enero ronde ese nivel.

En 2017 el recorte de subsidios se logró gracias a energía, en 2018 transporte también ayudará

Según un informe de Balanz Capital, «el recorte de subsidios al transporte es un paso fundamental para lograr el objetivo de reducción del déficit primario a 3,2% del PBI en 2018. En el acumulado de enero a noviembre de 2017 el gasto en subs idios económicos ascendió a $90.460 millones. De ese total, un 51% se destinó a subsidiar el sector de energía, mientras que el 43,9% fue para transporte.»
Buena parte del recorte del gasto primario se logró gracias a los incrementos en las tarifas de electricidad y esto quedó en evidencia en los números fiscales; en los primeros once meses de 2017 los subsidios verifican una caída del 21,3% interanual. Sin embargo, en el desagregado se observa que el recorte es explicado principalmente por el rubro energía, en el que se lleva gastado un 40,6% menos que durante 2016. En lo que respecta a transporte, entre enero y noviembre de 2017 se observa un incremento del gasto del 9,2%, que si bien es bajo en términos reales, aún dista mucho del esfuerzo que se hizo en el rubro energía

Nuevas Metas Mismas Autoridades

Para Balanz, ahora «el compromiso de Sturzenegger para cumplir la meta de inflación del 15% es mayor;  si el BCRA estaba convencido de que podía reducir la inflación a 12%, esta nueva meta debería ser al menos desde su óptica mucho más asequible. El cambio de las metas fue en algún punto un mal trago para el equipo que conduce el Banco Central, sin embargo creemos que se equivocan los que piensan que Sturzenegger ya tiró la toalla. El compromiso para la reducir la inflación será ahora mucho mayor, y cualquier repunte de la inflación núcleo podría alentar al Banco Central a retomar la política monetaria restrictiva. A esto hay que sumarle que el Ministerio de Finanzas que conduce Toto Caputo anunció que las necesidades de financiamiento para este año ascenderán a US$30.000 millones y que de ese total el 60% será fondeado en el mercado local. Esto podría producir una competencia por el fondeo en pesos entre el sector privado y el público (efecto conocido como crowding out), poniéndole más presión a las tasas de interés.»
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