«Como actriz, busco transmitir y decir algo»

«Como actriz, busco transmitir y decir algo»

«Hoy, cuando cruzaba la ciudad para venir, me preguntaba por qué me gusta tanto este teatro”, comparte Laura Novoa frente al espejo de su camarín, a unos pasos de la sala Martín Coronado.

“Venir acá es volver a la casa de los padres, a los sueños. Es querer hacer las cosas bien, sentirme protegida en un entorno: me gusta cómo trabajan los técnicos, conozco a los zapateros, a la chica que recibe la facturación. Entro al teatro y, con quienes me cruzo, coincidieron con mi papá o conmigo”, cuenta. Desde la adolescencia, Novoa trabajó en el teatro y la televisión, y luego en el cine. Hija del también actor Pepe Novoa, Laura supo
temprano que quería probar ese camino elegido por su padre.

¿Sentías la necesidad de volver a trabajar en una sala pública?
Fue una conjunción de cosas. Trabajé acá hace mucho tiempo y me es muy querido por muchos motivos: desde la gente que trabaja hasta su significado como teatro oficial para mi ser político. Como actriz, busco transmitir y decir algo. La televisión es un medio que me encanta, es muy directa y fuerte, pero no siempre decís exactamente lo que querés. El
teatro ayuda a investigar, a hacer una búsqueda interna que es generosa para mí y para el resto.

¿Le reservás al teatro el lugar de aprendizaje?
Sí, es como ser un ebanista, un orfebre. Lo que pasa en una función en la que alguien te ve es casi como un tesoro submarino que lo encuentra quien justo buceaba. Es alucinante. Cuando me dicen que me vieron en una obra de hace años siento un vínculo con esa persona, como si fuera un viejo amigo. Por otro lado, el teatro oficial es un espacio no comercial que intenta llevar a las personas a un espacio de pensamiento, de incomodarte hasta el punto de que te levantes y te vayas.

Después del éxito de Poliladron decidiste correrte de la vorágine de la tele, ¿por qué?
Me fui de algo exitoso, de un boom televisivo. Todos decían: “Esta piba se llena de guita”. Me bajé sola de eso para venir al San Martín. Varios dijeron que estaba loca. Ahora no me bajé sola de ningún lado porque no estoy en ningún lado. La vida me volvió a poner en el mismo lugar que ansiaba con fuerza en la juventud… De alguna manera, eso es la madurez. Cada uno hace su destino. Y mi historia habla de mí.

 

Fuente: El Cronista