Coca Cola rechaza a McKinsey

La multinacional Coca-Cola en Sudáfrica, se convirtió este viernes en la primera gran empresa no bancaria en dejar de trabajar públicamente con la globalmente conocida McKinsey, luego de que la consultora se viera envuelta en un gran escándalo político en ese país.

El mayor fabricante de bebidas no alcohólicas del mundo le dijo al Financial Times que tanto Coca-Cola South Africa como su empresa embotelladora Coca-Cola Beverages South Africa no contratarán ningún trabajo futuro con McKinsey «hasta que se hayan completado las investigaciones externas sobre corrupción». La medida representará un duro golpe para McKinsey, la firma de consultoría más grande del mundo que ha tenido dificultades para establecer una línea tras su golpe de reputación en Sudáfrica.

McKinsey se disculpó por haber cometido «varios errores de juicio» en su trabajo con Trillian Capital, una consultora local que hasta hace poco era propiedad de un asociado de la polémica multimillonaria familia Gupta. Trillian ha sido acusada por grupos de la sociedad civil de desviar cientos de millones de rands de Eskom, una empresa eléctrica de propiedad estatal. Ha negado los reclamos. Una investigación de McKinsey no encontró evidencia de corrupción o soborno, pero admitió que no debería haber funcionado con Trillian hasta después de la debida diligencia. La familia Gupta ha sido acusada de usar lazos con Jacob Zuma, presidente de Sudáfrica, para influir en los contratos y nombramientos del estado para favorecer sus intereses comerciales. Los Guptas y el Sr. Zuma niegan las afirmaciones. Sasol, la compañía de energía que cotiza en Johannesburgo, dijo por separado al FT que ha decidido detener el nuevo trabajo con McKinsey en respuesta a las preocupaciones sobre el trabajo de la consultora en Sudáfrica que fue sometido a un intenso escrutinio público el año pasado.