Clases presenciales: el decisivo fallo judicial se dilata en las vísperas de un nuevo DNU del Gobierno

Clases presenciales: el decisivo fallo judicial se dilata en las vísperas de un nuevo DNU del Gobierno

Terminó la semana y la Corte Suprema de Justicia dejó sin resolver el amparo de la Ciudad de Buenos Aires contra la suspensión de las clases presenciales en el distrito. El gobierno nacional dilató la presentación en defensa de la suspensión de la presencialidad y recién lo haría entre el lunes y martes a la mañana, cuando vence el plazo legal. Recién entonces el máximo tribunal estaría en condiciones de definir la cuestión. El DNU presidencial que instauró nuevas restricciones por el coronavirus vence el próximo viernes, y hay renovadas presiones para extenderlo y ampliarlo.

Fuera de la fuerte tensión política, la disputa por la presencialidad se centró en el ámbito judicial tras un fallo de la Cámara de Apelaciones que avaló la vuelta a las aulas en la Ciudad, pese al decreto que ordenaba volver a la virtualidad en el AMBA. Después un juez de un fuero federal se pronunció en sentido contrario. Ya con la decisión de la justicia porteña, llegó el último lunes la decisión de la Corte de asumir la competencia en el litigio entre Nación y Capital.

Si bien la Corte no tiene plazos para expedirse, anticipó a través de la resolución que firmaron los cinco ministros, que hará una tratamiento acelerado en los términos que permite el Código Civil y Comercial de la Nación. Sin embargo, el máximo tribunal señaló que fallaría luego de que el Gobierno nacional ofrezca, dentro de un plazo de cinco días, sus argumentos de por qué estableció en el decreto 241 que deben suspenderse las clases presenciales en el AMBA.

Desde entonces, no hubo presentación por parte de la Procuración del Tesoro de la Nación, a cargo de Carlos Zannini. El plazo para que lo haga finalizaría este lunes 26, mientras que el decreto de Alberto Fernández sobre la suspensión de las clases vence el viernes, cuatro días más tarde.

No obstante, la decisión que tome la Corte podría no ser «abstracta». Existen fuertes presiones, sobre todo del gobierno de la Provincia de Buenos Aires, para que no sólo se mantenga el DNU, sino que se amplíen las medidas restrictivas en el AMBA. De ser así, la decisión del máximo tribunal, si falla a favor de la Ciudad, supondría un límite hacia adelante. Es la misma razón por la que, a una semana del fin del decreto, grupos de gastronómicos, hoteleros y empresarios de diversos sectores afectados por las restricciones, siguen presentando amparos.