China responde a las amenazas de aranceles al acero y aluminio de Estados Unidos

Estados Unidos comenzará a aplicar esta misma semana los nuevos aranceles a las importaciones de acero y aluminio. En declaraciones al programa «State of the Union» de la CNN, el asesor comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro, dijo: «Por el momento ningún país está excluido». Al respecto, el régimen chino advirtió que tomará ‘cartas en el asunto’.
El jueves pasado, el presidente Donald Trump anunció su intención de imponer aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio importado con el fin de proteger la industria nacional. Pekín amenazó ayer abiertamente con tomar medidas de represalia, por primera vez desde el anuncio del mandatario.
«China no quiere una guerra comercial con Estados Unidos», apuntó Zhang Ysui, portavoz de la Asamblea Nacional Popular (ANP), el órgano supremo legislativo del gigante asiático. «Pero si toman medidas que perjudiquen los intereses chinos, en absoluto nos quedaremos de brazos cruzados», recalcó ante la prensa.
El país asiático prevé reducir en 30 millones de toneladas su producción de acero y la de carbón en 150 millones de toneladas, lo que encamina al mayor mercado mundial de metales y energía a superar sus objetivos a largo plazo.
China es, de lejos, el principal fabricante mundial de acero y de aluminio pero solo exporta una ínfima parte de su producción a Estados Unidos y el primero de esos productos solo da cuenta del 1% de las exportaciones chinas a ese mercado. Así, se vería afectado marginalmente por las nuevas tarifas. En cambio, los productores de acero canadienses, brasileños, mexicanos, surcoreanos y turcos dependen fuertemente del mercado estadounidense, que resulta vital para ellos. El problema es que el conflicto por el acero y el aluminio parece la avanzada hacia otros sectores sensibles.
Pekín advirtió en varias ocasiones en los últimos meses que tomaría las «medidas necesarias» para defender a sus empresas frente a los abusos de las «decisiones proteccionistas» de Washington. Las autoridades chinas abrieron una investigación antidumping sobre el sorgo estadounidense y no descartan apuntar contra las exportaciones de soja de EE.UU. Liu He, consejero del presidente chino Xi Jinping, visitó Washington la semana pasada para tratar de encarrilar las relaciones económicas entre ambas potencias. Pero los anuncios de Trump se produjeron durante esa visita y fueron interpretados como un desaire por el régimen de Pekín.
Crecen las quejas en Europa. La Unión Europea, en respuesta a las medidas proteccionistas de Trump, anunció el viernes que estaba preparando medidas de represalia contra productos estadounidenses como las motos Harley-Davidson, el bourbon o los jeans Levi’s. Ante eso, Trump amenazó con trabar el ingreso de autos europeos.
 
FUENTE: El Financiero y Ámbito. IMAGEN: South China Morning Post