Cayó el gobierno del Líbano y ahonda la crisis

Cayó el gobierno del Líbano y ahonda la crisis

Renunció el premier en medio de protestas.

Agencias AP, DPA y Reuters

Las manifestaciones antigubernamentales continuaron ayer en el centro de Beirut

BEIRUT.– El primer ministro libanés, Hassan Diab, presentó ayer su renuncia al presidente Michel Aoun, casi una semana después de que una explosión mortal atribuida a la negligencia estatal arrasara Beirut y en medio de las crecientes protestas que tomaron las calles de la capital.

En un discurso televisado, Diab dijo que respaldaba los llamados de los libaneses comunes para que los responsables de “este crimen” sean juzgados. Diab, que el sábado divulgó que pediría el adelanto de las elecciones parlamentarias, hizo el anuncio luego de que el gabinete –formado en enero con el respaldo del poderoso grupo Hezbollah, respaldado por Irán y sus aliados– se reuniera ayer, cuando muchos ministros manifestaron su deseo de renunciar, según informaron fuentes ministeriales y políticas.

La ministra de Información, Manal Abdel Samad, y el responsable de Medio Ambiente, Damianos Qattar, habían dimitido el domingo, así como muchos legisladores. Los ministros de Justicia y de Finanzas, en tanto, renunciaron ayer.

La titular de Justicia, Marie-claude Najm, lo hizo en una carta remitida al premier, en la que confirmó que dio el paso tras la explosión del martes pasado y las protestas desatadas contra el Ejecutivo, según informó la cadena libanesa MTV.

Horas después, y en plena cascada de reuniones y especulaciones, se confirmó la renuncia del ministro de Finanzas, Ghazi Wazni, considerado un aliado del presidente del Parlamento, Nabih Berri, quien a su vez tiene vínculos con el partido-milicia chiita Hezbollah.

La cadena de resignaciones continuó después de un fin de semana de protestas en contra del gobierno tras la explosión de más de 2700 toneladas de nitrato de amonio en un almacén el 4 de este mes en el puerto de Beirut, que causó una extensa destrucción, mató por lo menos a 220 personas y lesionó a otras 7000, según informó ayer el gobernador beirutí Maruán Abud, al tiempo que agregó que aún hay más de un centenar de personas desaparecidas.

Además, dijo que muchos trabajadores extranjeros y conductores de camiones seguían perdidos y se asumía que habían fallecido, lo que complicaba los esfuerzos para identificar a las víctimas.

Advertencia

Un día antes de la explosión, el canciller, Nassif Hitti, había alertado del riesgo de que el Líbano se convirtiera en un “Estado fallido” y había abandonado el Ejecutivo, sumido ahora en una profunda crisis.

Desde octubre de 2019, ha habido enormes manifestaciones para exigir la salida de todo el liderazgo basado en sectarismo por la arraigada corrupción, incompetencia, la mala administración y la severa crisis económica que atraviesa el país árabe.

Aunque la renuncia de Diab parecía inevitable tras la catástrofe, al principio se mostraba poco dispuesto a salir y hace tan solo dos días dio un discurso televisado en el cual ofrecía quedarse durante dos meses para permitir que varias facciones llegaran a acuerdos para las reformas. Sin embargo, la presión en el interior de su gabinete pareció ser demasiada.

El gobierno de Diab fue formado después de que su predecesor Saad Hariri renunció en octubre en respuesta a las manifestaciones. Pasaron meses de disputas entre las facciones antes de que escogieran a Diab como premier. Su gobierno, que recibió apoyo del grupo armado Hezbollah y sus aliados y era considerado unilateral, básicamente estuvo condenado desde el inicio, cuando recibió la tarea de cumplir demandas para reformas compuestas por todas las facciones que los reformistas quieren expulsar.

“Espero que el período provisional no sea largo porque el país no puede soportarlo. Esperemos que un nuevo gobierno se forme rápidamente”, dijo ayer el ministro de Obras Públicas, Michel Najjar. “Un gobierno efectivo es lo menos que necesitamos para salir de esta crisis”, añadió.

Las manifestaciones estallaron nuevamente ayer en el centro de Beirut, con algunos manifestantes arrojando piedras a las fuerzas de seguridad que custodiaban una entrada que conduce al Parlamento.

“Todo el régimen debe cambiar. No habrá diferencias si hay un nuevo gobierno”, dijo Joe Haddad, un ingeniero. “Necesitamos elecciones rápidas”.

El presidente del Líbano dijo con anterioridad que había material explosivo almacenado desde hacía años de forma insegura en el puerto. Más tarde dijo que la investigación evaluará si la causa fue una interferencia externa.

Fuente: La Nación