Came estima que las pymes se recuperarían recién hacia mediados de 2021

Came estima que las pymes se recuperarían recién hacia mediados de 2021

Para mañana está previsto que el Gobierno vuelva a anunciar otra nueva extensión de la cuarentena, con lo cual el confinamiento acumulará más de cinco meses de vigencia. En tanto, la situación de las empresas del país, especialmente las pequeñas y medianas, sigue siendo crítica. Sobre todo en la zona del AMBA, que es la más afectada debido a las mayores medidas de aislamiento social.

Dicha situación crítica abarca desde niveles de facturación muy bajos hasta cierres definitivos. Según estimaciones de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came), desde el inicio de la cuarentena hay de cerca de 60.000 pymes en todo el país que se encuentran en una situación “muy delicada”, teniendo en cuenta las que cerraron definitivamente y las que están por hacerlo. Esa cifra representa el 10% del total de las pymes, lo que afecta a alrededor de 600.000 puestos de trabajo.

Las estimaciones de Federación de Comercio e Industria de la ciudad de Buenos Aires (Fecoba) en cuanto a cierres definitivos de empresas son más elevadas. A mediados del mes pasado (último dato conocido), la entidad estimó que desde el inicio de la cuarentena se produjo el cierre de cerca de 24.200 pymes de la capital del país, que representan el 22% del total.

Por su parte, la Cámara Argentina de Comercio (CAC) informó esta semana un relevamiento propio realizado entre el 3 y el 9 de agosto verifica que el 58% de las empresas de todo el país de distintos tamaños se encuentra sin operaciones o parcialmente operativa. Además, señala que durante el mes pasado más de la mitad de los comercios del país continuaron registrando ventas por debajo de los niveles precuarentena y tuvieron que endeudarse para afrontar gastos.

“La situación más crítica se da en las microempresas de hasta nueve empleados”, indicó ante El Economista el vocero de la Came, Pedro Cascales. “Vemos que en el interior del país muchos sectores retomaron niveles importantes de actividad, principalmente los vinculados a la agroindustria y la construcción, mientras que en el AMBA y en las provincias que están en cuarentena estricta la situación sigue siendo muy delicada. Hay muchos rubros con niveles muy bajos, con caídas de entre 30% hasta 70%”, afirmó.

De acuerdo con Cascales, los sectores más afectados son aquellos que están vinculados a la gastronomía y al turismo, incluyendo en este último a la hotelería y al transporte de pasajeros a larga distancia. En cambio, los sectores con mejores niveles de actividad son aquellos catalogados como “esenciales”, donde se encuentran los alimentos y bebidas y las farmacias.

“Sin embargo, todos los indicadores nuestros están mostrando caídas. Vemos también que el sigue muy retraído. No estamos viendo niveles ni cercanos a los que observábamos antes de la cuarentena. No vemos todavía una recuperación en la que podamos decir que estamos en niveles del mismo momento del año pasado”, sostuvo.

Hacia adelante, señala, todo va a depender de cómo siga la cuarentena (más o menos estricta). En base a ello, se podrá prever los niveles de actividad. “Nosotros vemos que la recuperación va a estar recién en abril del año que viene. Antes de eso, vemos difícil que se recupere el nivel de la actividad de manera importante. Igualmente, esto es muy dinámico. Pero la mayoría de las pymes que consultamos estiman que en abril podrían estar viendo los niveles habituales a los previos a la cuarentena”, indicó.

“Creo que las pymes van a vivir el momento más crítico en la poscuarentena, que se está iniciando. Vamos a tener una desaceleración de la caída, pero vamos a tener una caída con evolución de la inflación y una situación con una necesidad de generar incentivos hacia el sector mipyme: en el acumulado del primer semestre del año se perdieron casi 380.000 empleos formales más los indirectos, con muchos comercios e industrias que cerraron”, señaló ante El Economista Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market.

De acuerdo con Di Pace, para impulsar la recuperación es necesaria una reforma tributaria más profunda, con una reforma laboral, que por ahora no se ve, y un plan macroeconómico de estabilización muy importante, que apunte a las mejoras de la inflación, el déficit fiscal y el gasto público. “Van a ser necesarios varios cambios en el plano macroeconómico, que no se solucionan solamente con sesenta medidas (que planea anunciar el Gobierno)”, afirmó.

Por su parte, Guido Lorenzo, director de la consultora LCG, advirtió en diálogo con este medio que es esperable que la recuperación de las pymes, luego de los cierres definitivos que sea han presentado en este tiempo, sean lenta. “En mi opinión, fueron castigadas al no permitirles cierta flexibilidad hacia adentro, como suspender horas o aprobar despidos, en momentos en que se vieron muy afectadas por el confinamiento”, agregó.

Desde la Came piden que el Gobierno siga asistiendo a las pymes. Incluso, señalan que en algunos casos debería reforzarla, teniendo en cuenta la grave situación en la que se encuentran muchas de ellas. Asimismo, resaltan también la importante de la aprobación de la ley de concursos y quiebras y la de moratoria, cuyos proyectos ya cuentan con media sanción en el Congreso.

Los niveles de desocupación se están viendo reflejados en el impacto de la crisis sobre las empresas. El Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) informó anteayer que estima que durante la cuarentena se generó más de un millón de nuevos desocupados, por lo que en el segundo trimestre de este año el desempleo ascendió al 15,5%.

Fuente: El Economista