Bull Market: «Tenemos que prepararnos para un evento de extrema volatilidad en EE.UU.»

Bull Market: «Tenemos que prepararnos para un evento de extrema volatilidad en EE.UU.»

«La FED priorizó su estatus de control monetario sobre las presiones de la Casa Blanca y los indicios de una leve contracción» arranca un informe de Research difundido por Bull Market. Del escenario, al menos dos cosas resultan relevantes y merecen evaluación.

La primera, que dejará de vender activos de su cartera y la segunda, que no considera la baja actual de tasas dentro de un programa agresivo de reducciones.

El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) cree que estamos ante una pausa en el crecimiento económico y no ve motivos para que se incentive una expectativa de bajas de tasas sistémicas.

Esto vuelve a poner a los treasury, en posición de ser los bonos que más rindan en el mundo desarrollado. Con una paradoja que merece atención y que da indicios de que algo no está bien. Grecia rinde menos que Estados Unidos con un Euro con presiones depreciadoras.

El capítulo griego

Es decir, que si no fuera por la Reserva Federal, Atenas podría financiarse a un costo inferior que EEUU, “algo que a priori parece una proeza pero en realidad es el reflejo de unas expectativas de inflación mucho más bajas y de la debilidad de la Eurozona (y de Grecia), entre otros factores, que hacen del sorpasso de Grecia a EEUU algo más bien anecdótico”, según explica una publicación del diario español El Economista, de España.

“El mercado de credit default swaps, los conocidos como CDS que funcionan de seguro contra posible impagos de países o empresas, se mantienen muy bajos y estables con la deuda de EEUU, muy lejos todavía de los CDS de Grecia, algo más altos”, agrega.

Agrega que “esta diferencia puede residir en varios factores que no tienen demasiado que ver con el riesgo de impago. Una combinación de una mayor inflación esperada en EEUU, crecimiento real, déficit fiscales y una política monetaria más restrictiva (respecto a la del Banco Central Europeo) por ahora contribuye, a estrechar las diferencias hasta la inversión que se ha producido hace unos días”.

El crecimiento de los déficit fiscales previstos (ante las políticas fiscales de Trump), frente al principio de equilibrio fiscal en Grecia, probablemente contribyó al incremento relativo de las rentabilidades.

Volviendo al FONC y a la FED

El FOMC dejó en claro que lo financiero lo manejará con su cartera de activos y lo económico con la tasa de interés. No utilizará a la tasa como instrumento de estabilidad financiera, porque considera a la tasa y la forma de la curva de los Treasury un resultado de la estructura económica.

Por ejemplo, el shale oil y la reducción drástica de importaciones de
petróleo, permitió una estabilidad de precios que posibilitó tener una curva americana normal por el periodo más extensivo de la historia, y así estabilidad financiera.

La productividad americana en el sector energético sostuvo el nivel de precios en niveles muy bajos lo que facilitaba tener la tasa en valores nominales nunca antes vistos sin que en términos reales implicara en exceso tasas negativas, esto se puede monitorear con el precio del oro que desde 2010 están en valores estables, porque el boom texano del petróleo cambio el paradigma de los drivers que conducían a procesos de ciclos económicos intensos y repetitivos.

¿La FED nos prepara para un nuevo QE?

Ellos monitorearán de cerca el dato de empleo hasta septiembre, pero se da una curiosidad, el nivel de empleo es muy sensible a lo que pueda pasar con el mercado financiero.

El valor presente de las empresas, precio de mercado, no suele descontar correctamente el nivel de actividad futura de la economía. Un tercio de las empresas líderes americanas son más elásticas a la innovación de su negocio que al nivel de actividad de toda la economía y otro tercio son dependientes de la actividad económica mundial más que la local.

Un sendero decreciente en los ritmos de creación de empleo no es motivo para una caída en los activos, por las particularidades que tienen las empresas americanas cotizantes, pero sí son muy sensibles a la volatilidad que puedan tener los bonos.

Esto obliga a la FED a monitorear más de cerca la forma de la curva de rendimientos del tesoro y la estabilidad financiera global, porque es por medio de esto que sabrá el impacto que tendrá en la economía sus decisiones, y es en este asunto donde el FOMC dio la señal más importante y que nos puede preparar para un 2020 con recompra masiva de activos, el freno en el desarme de su cartera de securities comprados entre 2008 y 2012 con los QE. El dejar de comprar activos
impulsa a la baja a la tasa de interés, porque quita oferta excedente mensual por 50bn de dólares del mercado, impulsando a los precios de los treasury y bonos hipotecarios.

La FED le dice al mercado, “la tasa no es el medio, es la consecuencia” de una política que se prepara para relanzar la compra de activos a más tardar en la primavera de 2020.