Buenbit compensará la huella de carbono que genera

Buenbit compensará la huella de carbono que genera

Toda innovación trae sus costos y, en el caso de la criptoeconomía, es la huella de carbono que genera. Por ese motivo, Buenbit decidió medir la cantidad de CO2 (dióxido de carbono) para tomar una medida al respecto y compensar el impacto que sus productos tienen sobre el medio ambiente. Hechas las mediciones mediante Pachama, Buenbit ahora está aportando para un proyecto de reforestación en el Amazonas.

Dabo Guan y Shouyang Wang, autores principales del estudio Policy assessments for the carbon emission flows and sustainability of Bitcoin blockchain operation in China (2021, abril), rastrearon los flujos de emisión de carbono de las operaciones blockchain asociadas a la minería de bitcoin en China a través de un modelo de emisión de carbono simulado. Dadas las tendencias actuales en la minería de Bitcoin, estiman que el consumo de energía de este proceso alcanzará su punto máximo en 2024, cuando consumirá alrededor de 297 teravatios por hora y generará alrededor de 130 millones de toneladas métricas de emisiones de carbono, cantidades superan la producción anual total de emisiones de gases de efecto invernadero de países de tamaño medio en Europa, como Italia o la República Checa.

Según Federico Ogue, CEO de Buenbit, lo primero que se hizo fue calcular cuál es el total de CO2 que la compañía emite anualmente: consumo de energía eléctrica en la oficina, consumo de gas, vuelos locales e internacionales, uso de servidores, energía que consume cada uno de los empleados en sus casas, etc. De acuerdo con la auditoría de Pachama, Buenbit genera unas 730 toneladas de CO2.

Proyectos de reforestación

Pachama además de ayudar a medir la generación de CO2, luego gestiona proyectos de reforestación. Lo que hizo Buenbit fue comprar créditos que equivalen a los árboles necesarios para contrarrestar su producción de dióxido de carbono.

La tecnología de Pachama, líder en la industria para monitorear y evaluar los bosques, en comparación con la verificación y el monitoreo tradicionales basados en tierra, permite una medición más rápida y precisa para medir los espacios verdes de forma global en lugar de hacerlo de manera manual. Así detectan las zonas óptimas para realizar la reforestación. 

En marzo de 2021, la concentración promedio de CO2 en la atmósfera alcanzó su récord: un 50 % más respecto a tiempos preindustriales. Para evitar el colapso ambiental, se debe reducir en un 50 % las emisiones de carbono antes de 2030 para limitar el calentamiento global en 1,5°.C.  Y el sector privado tiene un rol central en hacerlo posible.

De hecho, el objetivo de ser carbono neutral planteado como meta hacia 2050 por la Organización de Naciones Unidas impulsa a las empresas a invertir en el desarrollo de estrategias de medición, mitigación y compensación de emisiones de Gases de Efecto invernadero para alcanzar el balance cero neto en sus operaciones y su cadena de valor.

Los árboles capturan y almacenan carbono de forma natural en sus raíces, ramas y hojas. Un sicomoro (árbol de la familia de los ficus) maduro puede almacenar una tonelada de dióxido de carbono. Los proyectos forestales tienen el potencial para capturar miles de millones de toneladas de CO2. 

Esta decisión tomada por Buenbit tiene un correlato en el reciente reconocimiento por parte de Linkedin, que la posicionó entre el top 10 de las empresas más innovadoras.