Brasil retoma la senda del crecimiento y da impulso a la economía argentina

La expansión de 2,85% que registró en noviembre último aporta un punto al PIB local.
En 2018 el gigante sudamericano se despertará de su letargo después de tres años y, según las estimaciones privadas brasileñas, crecerá entre 2,5% y 3%. Se consolida así la reactivación iniciada en el segundo semestre de 2017, que terminó dibujando un incremento del PBI en torno al 1% en Brasil, tras una caída del 8% en los dos años precedentes.
Esta recuperación ya empezó a traccionar la demanda de bienes y servicios desde nuestro país y además, habrá menos excedente de productos brasileños buscando mercados. «La salida de la recesión en Brasil va a hacer que no nos carguen tanto de productos a nosotros», sostiene Miguel Acevedo, presidente de la Unión Indusrial Argentina (UIA).
Dante Sica, director general de Abeceb, pronostica que «Brasil tendrá este año una recuperación sostenible, más cerca de 3% que de 2,5%». Es un dato clave, dado que desde hace más de una década la economía argentina revive o sufre al compás de la economía brasileña, y esta vez no será la excepción, Sica le puso números al fenóneno.
«Por cada punto que crece el PBI de Brasil, la Argentina crece un 1%», asegura. Así, Brasil traccionando vía exportaciones aportará un crecimiento de un punto a nuestro país, a lo que se suma 1,5% de arrastre de este año y lo que vendrá por el lado del mayor consumo, el impulso de la construcción y las inversiones, explica Sica. En esta reactivación de Brasil, Sica rescata tres factores: el house keeping (mejora de procesos) que hicieron las empresas, los programas gubernamentales de incentivos a la oferta, y la baja inflación, que a su vez incidió en las bajas tasas de interés y mejoró las perspectivas de consumidores y empresas.
Así las cosas, Acevedo afirma que «ahora se va a emparejar» un poco la balanza comercial bilateral, a partir de «más exportaciones no sólo de autos sino también alimentos y otros sectores».
Para Sica «hay mucho para crecer en servicios y energía, pero hay que trabajo en la facilitación del comercio, en la doble imposición y regulaciones», además el factor político que mete un poco de ruido.
Jorge Göttert, titular de la Cámara Argentina de Máquinas Herramienta y Tecnologías de Producción, asegura que «la demanda de Brasil crece fuertemente y también las inversiones». Con plantas de producción en el Gran Buenos Aires y en Curitiba (Brasil), el empresario tiene el pulso de la demanda en ambos lados de la frontera.
«La reactivación es notoria y transversal a casi todos los sectores», asevera, y confiesa que «después de un año y medio hoy estamos volviendo a exportar de nuevo a Brasil».
Desde la Cámara de Comercio Argentino-Brasileña de la República Argentina, su presidente Jorge Zabaleta destaca que, con la reactivación de la economía brasileña, «la Argentina tiene una oportunidad», aunque reconoce que las mejoras y su impacto «suelen ser lentos».
Entre los sectores beneficiados por esta mayor demanda de Brasil se cuentan la industria automotriz, los alimentos, (granos, agribusiness, productos elaborados), además, de autopartistas, y especialmente la venta de servicios, un segmento donde se destacan proveedores de software y turismo, señala.
Este momento es clave para recuperar el terreno perdido. «La Argentina tiene un déficit comercial importante y probablemente continúe, pero en los últimos diez o quince años «perdió mucha participación de mercado en las importaciones brasileñas, que bajaron casi a la mitad», sostiene Zabaleta.
«El 2017 fue el peor año en la balanza comercial», apunta Sica y aclara que a partir de ahora se empezará a reducir un poco el desbalance. Sin embargo, admite que «vamos a tener muchos años» de déficit comercial.
Por su parte, Marcelo Elizondo, director general de la consultora DNI, afirma que hay tres grandes sectores que podrán aprovechar la mayor demanda brasileña, «primero, por lejos, el sector automotriz, también químicos y plásticos y el trigo». Sin embargo, aclara que «hay una nueva agenda bilateral», en la que sobresalen los servicios. «Brasil es un país de grandes empresas y un gran importador de servicios», un nicho en el que la Argentina puede proveer logística y transporte, nuevas tecnologías, servicios audiovisuales y de contenidos, por ejemplo.
FUENTE: El Cronista