Bolsas europeas: una recaída parecía inevitable

Bolsas europeas: una recaída parecía inevitable

Este lunes, las bolsas echaron el freno de mano tras la vertiginosa velocidad que habían cogido en los últimos días con la excusa de que la Fed se mostró muy cautelosa respecto a las consecuencias de la pandemia en la economía a medio plazo y tras asumirse el riesgo de un nuevo repunte de los contagios por coronavirus. Así, los principales índices mundiales cayeron en la sesión. Esto deja a la referencia europea, EuroStoxx ,todavía a un 13.8% de los mínimos de mayo y a un 7.6% de los máximos del mes.

Una recaída de las bolsas parecía inevitable. Ahora la cuestión es cuál será su profundidad. La escalada de las últimas semanas ha desacoplado a los índices de los datos de crecimiento económico, y firmas como Citi venían advirtiendo de que esta recuperación ha llevado a los índices de bolsa de Wall Street y Europa a descontar PMIs de más de 50 puntos -apuntan a expansión de la actividad-, pese a que en mayo se quedó en 42.4 enteros -que indica contracción-.

Según este análisis, considera que no hay mucho más recorrido «de cara a los próximos 12 meses», porque «la correlación histórica sugiere que las bolsas deberían estar un 30% por debajo de los precios actuales», mientras que tampoco ve un crecimiento suficiente de los beneficios empresariales para confiar en que se mantendrá la tendencia.

«Es lógico esperar que el guion de la pandemia tenga algunos giros más oscuros», reconoce Mark Zandi, economista jefe de Moody’s Analytics, en línea con la postura generalizada de que, aunque los mercados han sido tolerantes con las cifras catastróficas de abril y mayo, no lo serán tanto con las del segundo semestre.

Las dudas mostradas por la Fed se contagiaron este jueves a todos los mercados

La prudencia mostrada por la Fed este miércoles y el cuadro de perspectivas macroeconómicas que presentó han conllevado el primer cambio brusco en las bolsas. Pero se podía intuir. Si la semana pasada el BCE confirmó que, pese al rebote de la economía en 2021, la eurozona habrá destruido un 5% del PIB al cierre del próximo ejercicio por el impacto de las medidas de hibernación y distanciamiento social para contener los contagios por covid-19, la Fed calcula una factura menor para Estados Unidos, pero también descorazonadora: el rebote no impedirá que 2021 acabe con el PIB de la primera potencia mundial casi un 3% por debajo del de 2019.

Y eso en el escenario central, porque «los daños duraderos» a los que hizo referencia Jerome Powell, presidente de la Fed, invitan a no descartar contextos más pesimistas. «Considera que la crisis pesará mucho en la actividad económica, el empleo y la inflación a corto plazo, a la vez que plantea riesgos considerables para las perspectivas a medio plazo», admiten desde Bankia.  «Se puede considerar que la institución está a medio camino de pasar del modo de crisis al apoyo de una recuperación incipiente, sin embargo, las incertidumbres siguen siendo altas y las perspectivas sugieren un largo y pedregoso camino por delante», concluye Christian Scherrmann, economista de DWS.

Ecuación rentabilidad/riesgo

Desde el punto de vista estratégico, «la consolidación que estamos viendo esta semana no debe sorprender a nadie ya que los principales índices europeos habían alcanzado un nivel extremo de sobrecompra que pedía a gritos ser aliviado antes de mayores aventuras alcistas», explica Joan Cabrero, asesor de Ecotrader.

«La pérdida de estos primeros soportes como son los 3,200 del EuroStoxx confirma que hemos visto un techo en el rebote y esperamos que este contraataque bajista acerque a las bolsas a esos mínimos de mayo, que es donde podrían buscar apoyo para volver a girar al alza», añade el experto. «Hasta que se acerque a esa zona, que está a un 14%, no recomendamos comprar renta variable europea, ya que la ecuación rentabilidad/riesgo es desfavorable», concluye Cabrero.

Fuente: El Economista América